El documento describe el origen del Día del Trabajo. En 1829, se formó un movimiento en Nueva York para solicitar una jornada laboral de 8 horas. En 1886, 2 millones de personas iniciaron una huelga por este derecho y otros 2 millones amenazaron con un paro. En Chicago, se realizó un acto en el parque Haymarket para reivindicar este derecho, a pesar de que anteriormente había una ley que prohibía trabajar más de 18 horas.