Después de analizar la polémica entre los intencionalistas y funcionalistas sobre el Holocausto, David Engel sostiene que no es posible probar conclusivamente ninguna de las dos posiciones solo con los documentos existentes. Hasta la fecha, no se ha descubierto ningún documento que mencione explícitamente un plan de exterminio masivo sin dar lugar a interpretaciones contradictorias. También es imposible determinar con certeza cuándo el asesinato masivo fue adoptado como política del régimen nazi o en qué organismo se originó la iniciativa.