El debate televisión basura vs televisión educativa
1. El debate televisión basura vs televisión educativa
tiene larga data. Podríamos afirmar que surgió en el
mismo instante en que se encendió el primer
televisor. En Uruguay, el tema resurgió por una
polémica declaración de Jorge Denevi, director de
la Comedia Nacional, quien planteó censurar
determinados programas por su contenido
chatarra. Para discutir sobre este tema, la
Universidad ORT reunió a Juan Carlos Doyenart, Leo Lagos y Gerardo Sotelo, quienes
se tomaron un momento para reflexionar sobre el futuro de la televisión nacional
La declaración de Jorge Denevi se produjo en un año en que la televisión explotó por
sus contenidos calientes: bailes en el caño, striptease, sexo explícito…Y si bien los
programas argentinos tuvieron que competir con un mayor número de producciones
nacionales, el rating demostró que el televidente uruguayo sigue prefiriendo los
enlatados de la vecina orilla: Tinelli y
sus "andos por un sueño", Gran
Hermano, Intrusos en el espectáculo…
A la declaración del director de la
Comedia Nacional se sumó el esbozo de
un proyecto de Ley por parte del
Ministerio de Educación y Cultura, el
cual buscaría gravar a los programas de
televisión que contengan contenidos
inadecuados. Como era previsible, la
discusión se polarizó y salieron
detractores y defensores a hacer
escuchar su opinión.
En la charla desarrollada en la
Universidad ORT Juan Carlos Doyenart,
director de Interconsult; Leo Lagos, músico y comunicador de radio y televisión y
Gerardo Sotelo, periodista de radio y televisión, debatieron, discutieron y reflexionaron
sobre ¿Hacia dónde va la televisión abierta
uruguaya?
Géneros bastardos
Gerardo Sotelo abrió el debate señalando que la
humanidad tiene una larga experiencia de gobernantes y
políticos que no tuvieron miedo de censurar la creación
intelectual con el pretexto de moralizar y cultivar la vida
intelectual de sus ciudadanos. “Siempre tiene que ver
con el poder político o con el poder de aquellas elites
que controlan o que pretenden controlar lo que la gente piensa, siente o expresa, de
manera directa o indirecta”.
Como forma de ejemplificar su exposición, el comunicador mencionó diversas
TV basura vs TV educativa
¿Hacia dónde va la televisión uruguaya?
07/11/2007
2. personalidades y movimientos culturales que fueron censurados por contener contenidos
inmorales; argumentos similares a los esgrimidos por el director de la Comedia
Nacional. Entre otros, Sotelo mencionó a François Rabelais, autor de Gargantúa y
Pantagruel, Gustave Flauvert, autor de obra Madame Bovary, Elvis Presley, el
movimiento punk, el Tango, la Murga… Todos ellos prohibidos por sus contenidos
inmorales y procaces.
Para el periodista todos estos casos comparten una particularidad: fueron tratados como
géneros bastardos por su origen popular y después terminaron ocupando un lugar
destacable en la creación cultural de su tiempo y la trascendieron. “Todos expresaron el
lado salvaje del ser humano al no atenerse a los valores morales de su época”.
Sotelo cuestionó a las elites intelectuales por creerse con la autoridad para decidir cuáles
contenidos televisivos son buenos y cuáles no. “Muchas veces los intelectuales y
moralistas no distinguen un clásico de una obra menor cuando juzgan a sus
contemporáneos”. Para el periodista solo el tiempo permitirá evaluarlos: “Hay que
dejarlos transcurrir pero con cierto sentido crítico, a ver si dentro de un tiempo
evocamos Gran Hermano con cierta nostalgia y reconocimiento. Honestamente y
siendo humildes no lo sabemos”.
La tiranía del rating
Por su parte, Leo Lagos polemizó con Sotelo y expresó
que más allá de la censura, el principal problema de la
televisión nacional es la falta de proyectos claros por
parte de los canales que marquen el rumbo de la
televisión uruguaya. “Alguien de estos canales se
pregunta para qué quiere un canal de televisión, más
allá de para reproducir el capital. A mí me gustaría que
los canales tuvieran una personalidad, aunque sea
distinta a la mía. Que dejaran e ser repetidoras de
éxitos ajenos”.
Asimismo, Lagos recordó que las ondas de los canales son propiedad del Estado y que
se le debe exigir a la hora de producir sus contenidos. “Los canales son una concesión
de ondas, si hoy se licitaran tres canales de televisión abierta, lo menos que espero de
este gobierno o de cualquier otro es que le pidieran un proyecto”.
El joven periodista manifestó que en nuestro país existe una tiranía, “que es mucho más
grave que la censura, y es la tiranía del rating, porque es sutil y está legitimada por
todos”. De esta polémica Lagos expresó sentirse parte involucrada -recientemente,
Canal 4 levantó del aire el programa “Los informantes”, periodístico de humor que co-
conducía junto a Salvador Banchero. “A mí no vino nadie a decirme tal o cual cosa,
pero con la lógica del rating si no denigro una mujer pierdo audiencia, y esa es una
censura mucho peor, porque es invisible y lo peor es que nos quieren hacer creer que
tenemos que aceptar ese juego. Yo me resisto”.
Lagos señaló que lo que más lo asusta es la naturalidad con la que las nuevas
generaciones aceptan este tipo de lógicas. “La noticia (de que el programa había sido
levantado) fue publicada en Montevideo Comm y un comentario que se repetía decía
3. ‘qué quieren la televisión es un negocio, si no tenés rating te sacan’. Si nosotros
pensamos que los canales nos hacen un favor por poner programas al aire arrancamos
mal”.
Por otro lado, el músico indicó que los
límites son necesarios. “Si el
movimiento pélvico de Elvis hubiera
estado permitido estaríamos en un
problema, porque querría decir que el
movimiento pélvico estaría legitimado,
ergo, Elvis Presley sería un tipo que
estaría tocando covers del Fata
Delgado en un boliche”. Para Lagos las
mejores obras nacen cuando hay
grandes limitaciones. “Estoy
convencido de que si Denevi tuviera las
potestades de censurar no nos
perderíamos de ningún clásico y no cabría la posibilidad de que se muriera un Elvis
Preseley antes de nacer, porque no veo a Elvis en el caño, ni en Gran Hermano, ni en
un programa como el mío”.
Aula sin paredes
“Creemos que la televisión es solo entretenimiento y es
un grave error; la televisión es educación, lo que
algunos denominan el ‘aula sin paredes’”. Juan Carlos
Doyenart centró su exposición sobre el papel educativo
de la televisión. “La televisión educa, conforma
modelos y transmite estilos de vida. La televisión tiene
un poder educativo impresionante, para bien o para
mal”.
Doyenart presentó un estudio elaborado por Interconsult en el año 2000, el cual señala
que el niño pasa un 43% frente a una pantalla de televisión o de un videojuego, un 36%
en el sistema de enseñanza formal y un 10% en familia. “Es una competencia desleal.
La capacidad de la televisión y de los videojuegos es cien veces más poderosa y
cuantitativamente mucho mayor en horas que la enseñanza formal”.
Para Doyenart también es falso pensar que a la
audiencia hay que darle lo que quiera. “El que
compra el programa de televisión no es la
gente, es el anunciante y lo compra en función
de los ratings de los programas que nos han
acostumbrado a ver. El mal gusto también se
forma. Hay una gran prensa montada que nos
termina conformando una grilla televisa que
tenemos que aceptar sí o sí”.
Para el director de Interconsult, la alternativa
que nos queda es tomar a la televisión como
4. una aliado de la cultura nacional y de la educación. Para ello, el estadista manifestó que
es necesario que el Estado le exija a los canales uruguayos que produzcan determinadas
horas de programas culturales de calidad y en horarios centrales. ”Esto pasa en Europa.
La otra gran cosa es la de tener una televisión estatal de primerísimo nivel
subvencionada, pero de buena calidad y dedicada a este tipo de cosas. A la libertad
para ejercerla hay que darle alternativas, si no tengo alternativas, no tengo para qué
ejercer mi libertad”.
Durante la charla deambuló el advenimiento de la televisión digital y cómo nuevos
medios tecnológicos (You Tube, My Space…) han comenzado a hacerle sombra a la
caja boba. Tanto Sotelo como Doyenart señalaron que la digitalización de las señales
permitirá contar con una oferta más variada, fragmentada y sofisticada. “La televisión
está en grave problemas, no solo porque en poco tiempo el 85% de la población va a
tener televisión para abonados, sino porque la oferta va a ser mayor y de mejor
calidad”, sentenció Doyenart.
Para bien o para mal, Tinelli o no Tinelli, la posibilidad de que se censuren programas y
de que existan censores y censurados captó la atención de todos, y por primera vez
nuestro país empezó a pensar y discutir qué tipo de televisión quiere tener en su pantalla