El documento describe la confusión de un niño sobre por qué un elefante del circo no huía a pesar de estar encadenado débilmente. Aunque el elefante podría romper fácilmente la cadena y la estaca, se quedaba. Cuando el niño preguntó a los adultos por qué, no recibió una explicación satisfactoria.
1. EL ELEFANTE SUMISO.
Cuando yo era chico me encantaban los circos. Lo que más me
gustaban eran los animales y mi preferido era el elefante. Durante la
función la enorme bestia impresionaba a todos por su peso, su
tamaño y su descomunal fuerza pero, después de la actuación y
hasta un rato antes de volver al escenario uno podía encontrar al
elefante detrás de la carpa principal con una pata encadenada a
una pequeña estaca clavada en el suelo. La estaca solo era un
minúsculo pedazo de madera apenas enterrado superficialmente.
Aunque la cadena era fuerte y poderosa me parecía obvio que ese
animal, capaz de arrancar un árbol de cuajo podría arrancar la
estaca y huir el misterio era evidente: ¡porque el elefante no huía si
podía arrancar la estaca con el mismo esfuerzo que yo necesitaría
para romper un fosforo! ¿Qué fuerza misteriosa lo mantenía atado?
Tenía 7 u 8 años, y todavía confiaba en la sabiduría de los mayores
pregunte entonces a mis padres maestros y tíos, buscando respuesta
ese misterio no obtuve una coherente alguien me explico que el
elefante no huía porque estaba amaestrado hice entonces una
pregunta obvia y si ¿esta amaestrado porque lo encadenan? No
recuerdo haber recibido una explicación satisfactoria. Con el
tiempo olvide el misterio del elefante y la estaca y solo lo recordaba
cuando me encontraba con personas que me daban respuestas
incoherentes, por salir del paso y un par de veces , con personas
que se habían hecho la misma pregunta