El granjero compra varios gallos para cubrir a sus 180 gallinas, pero los primeros dos gallos fracasan rápidamente. El tercer gallo, llamado Manué y de origen español, resulta ser extremadamente fértil y activo sexualmente, cubriendo a todas las gallinas y también a otros animales de la granja. Al escaparse Manué, el granjero sale en su búsqueda y lo encuentra aparentemente muerto, pero Manué se recupera y le pide callarse para continuar con sus conquistas.