El globo ocular está formado por tres capas concéntricas: la esclerótica externa dura y blanca, la coroides intermedia oscura que proporciona oxígeno y nutrientes, y la retina interna que contiene las células fotorreceptoras. Entre la córnea y el cristalino se encuentra el iris, que controla el tamaño de la pupila y la entrada de luz a través de los pigmentos y músculos. La retina se extiende desde los músculos ciliares en la parte posterior del ojo.