Un científico ruso descubrió un lago subterráneo debajo de 4,000 metros de hielo en la Antártida y lo llamó "El Lago de la Vida". El lago tiene casi 1,000 metros de profundidad y podría contener formas de vida extremófilas. Los científicos planean dragar muestras de agua congelada del lago en 2012 para analizar si contiene microorganismos u otros hallazgos significativos.