Un niño llamado Luis entró en un bosque prohibido para recuperar su sombrero perdido. Dentro del bosque, su ángel guardián le advirtió sobre seres malignos que habitaban allí y se ofreció a buscar el sombrero por él. Mientras esperaba, Luis fue capturado por duendes, pero su ángel lo rescató de una cueva y lo devolvió a salvo a casa. Luis aprendió la lección de no desobedecer a su madre de nuevo.