El mito griego de Sísifo narra el castigo eterno de empujar una enorme roca cuesta arriba hasta la cima de una montaña, sólo para verla rodar cuesta abajo y tener que volver a empezar. Los dioses lo castigaron de esta forma por sus crímenes o por revelar los secretos de los dioses. El mito ha sido adoptado en muchas culturas para representar una tarea agotadora sin fin y sin esperanza.