La leyenda cuenta la historia de un niño huérfano que fue abandonado al nacer por sus padres drogadictos. El niño era extraño y hablaba solo. Un famoso pintor retrató al niño en una pintura, y cuando esta fue publicada, la gente se dio cuenta de que en la pintura el niño aparecía llorando, y sus lágrimas caían cada vez que alguien miraba la pintura en exposiciones o galerías.