El único español en el corredor de la muerte ve anulada su condena y se repetirá el juicio por triple homicidio. 05 Febrero 2016 La Razón

1. SOCIEDAD
Efe
Pablo Ibar lleva en el corredor de la muerte los últimos 16 años
Elpadrede
PabloIbar:
«Eslaprimera
buenanoticia
en21años»
El único español en el corredor de la
muerte ve anulada su condena y se
repetirá el juicio por triple homicidio
de Florida, bien ante el Supremo
de EE UU. Ibar y su amigo Peth
Peñalver fueron condenados por
el triple homicidio en 1994 del
dueño de un local nocturno, Ca-
simir Sucharski, y dos bailarinas,
Sharon Anderson y Marie Rod-
gers. La pena capital pesa sobre
ellos desde el año 2000 tras tres
juicios, aunque Peñalver fue in-
dultado en 2012.
Laasociaciónrecuerdaque«ni
las huellas dactilares ni el ADN
recogido en el lugar del crimen
coinciden con las huellas de
Ibar». Así, la acusación se ha
basado siempre «en un vídeo de
videovigilancia en donde se ve
unrostrodifuminadoconínfima
resolución y fuertes contrastes
lumímicos».Tambiénrecuerdan
que, en 1999, el abogado de ofi-
cio de Ibar «fue detenido por
agrediraunamujerembarazada
en un accidente de violencia
doméstica». Entonces, Pablo
presentóunamocióndecesedel
abogado que fue denegada por
el tribunal.
CándidoIbar,afincadoenMia-
J.V.ECHAGÜE- Madrid
CándidoIbarprácticamentetuvo
quefrenarensecosucochecuan-
do recibió la llamada. «¿Seguro?
¿Sí? ¿Está escrito en el boletín?».
Acababa de recibir la noticia de
queelTribunalSupremodeFlori-
da anulaba la condena a muerte
de su hijo, Pablo Ibar, y ordenaba
que se celebrara un nuevo juicio.
«La noticia es una bomba, no
puedo estar sentado. Ya me cal-
maré», afirma desde Miami en
conversación telefónica con LA
RAZÓN.Noenvano,«eslaprime-
ra buena noticia que tenemos
desde hace 21 años».
Así, Pablo Ibar, de 44 años y
único español que se encuentra
en el corredor de la muerte, evita
de momento la pena capital. El
Supremo de Florida decidió por
cuatrovotosafavorytresencon-
tra. Una decisión, con todo, que
podríaserrecurridaporelEstado
de Florida en unas dos semanas,
segúninformóayerlaAsociación
contra la Pena de Muerte Pablo
Ibar,bien anteelpropioSupremo
mijuntoasufamiliadesdefinales
de la década de los ochenta, afir-
ma que la última vez que vio a
Pablo fue hace dos semanas. Le
vio«comosiempre,perotambién
con los nervios de punta, porque
no sabíamos lo que iba a pasar».
De hecho, desconocen si Pablo
sabía ayer la noticia, pues sólo
tienecontactodiarioconélporvía
telefónica su abogado o el cónsul
de España en Miami.
Para este fin de semana estaba
previsto que fueran a verle su
madre y su hermano, pero, si es
posible, irá toda la familia para
poder celebrarlo, incluida Tanya,
sumujer.Ochohorasdeviajeque,
más que nunca, merecerán la
pena. El padre de Pablo cree que
leshafavorecidounaleyreciente,
que consideraba inconstitucio-
nal la pena de muerte en cuatro
estados, incluyendo Florida. «Lo
que tenemos claro es que es una
oportunidad para celebrar un
nuevo juicio. Y éso es lo que pe-
díamos», concluye. Por primera
vez en mucho tiempo, creen que
se ha hecho justicia.
MartaTORRES- NuevaYork
Empiezaarozarsulibertadcon
los dedos pero ni siquiera lo
sabe aún. Hoy le llamará su
abogado para contarle que el
Tribunal Supremo de Florida
ha anulado su sentencia de
muerte portripleasesinato.Su
esposa Tanya Ibar habló ayer
con LA RAZÓN por teléfono
desde Miami. «Veo luz al final
del túnel. Estoy tan feliz. Han
sido unos años tan duros.
Siempre he creído en él y que
teníaqueapoyarle.Cuandome
hallamadosuabogado,mehe
emocionado. Soy enfermera y
estaba con un paciente. Me he
tenido que ausentar porque
me he puesto a temblar de la
emoción», explicó mientras
llegabaasucasaelhermanode
Pablo. Ayer, se fueron a cele-
brarlo. Los procedimientos
han querido que esta noche
Pablo Ibar haya dormido en el
corredordelamuertesinsaber
todavíaladecisióndeltribunal,
mientras las dos familias, la de
Tanya y la suya, hacían una
fiesta en su honor. «El sábado
pasado me preguntó: ‘‘¿Qué
estaránpensando?”»,mientras
esperaba la decisión del tribu-
nal, que por fin llegó ayer. «Yo
ledecíaquenolosabía.Queera
mejor que no pensásemos en
ello.Sabíamosquehoypodían
decidir algo. Le he dicho a mi
madre que encendiese una
vela y rezase», explicó muy
emocionada. Como cualquier
sábado,Tanyairámañanaaver
aPablo.Pero,sinduda,estavez
será diferente. La de ayer fue
una gran batalla ganada, pero
todavía quedan muchas más.
«Veo la luz al final
del túnel»,afirma
emocionada
su mujer,Tanya
A la tercera fue la
vencida. Cándido Ibar
señala que ha sido a la
tercera apelación
cuando el Supremo de
Florida por fin les ha
escuchado. Hasta
entonces, y entre otros
muchos trámites,
durante los últimos 16
años se han dedicado a
visitar cada jueves el
boletín del tribunal, en
busca de novedades.
Una labor que solían
realizar el abogado del
condenado, Benjamin
Watson, y también su
mujer, Tanya.
LATERCERA
APELACIÓN FUE
DEFINITIVA
34 Viernes. 5 de febrero de 2016 • LA RAZÓN