1. “ Porqué el
pi no, el abeto
y el e neb ro
C u e n t o p op ula r
co nserva n sus
hojas e n
invierno”
2. Una vez, hace ya
mucho tiempo, hacía
mucho frío; el
invierno estaba
cerca. Todos los
pájaros emigrantes se
habían marchado hacia
el sur, para quedarse
allí hasta la
primavera.
3. Pero quedaba un
pajarito que tenía un
ala rota y no podía
volar. Miró a su
alrededor para ver si
encontraba un lugar
donde abrigarse. Y
vio los hermosos
árboles del enorme
bosque.
4. ¡Quizás los árboles me
cobijarán durante el
invierno!- pensó.
Y aleteando lo mejor
que pudo, llegó al
lindero del bosque. El
primer árbol que
encontró fue un
álamo blanco de hojas
plateadas.
5. -¡Ah, ah!-dijo el álamo-.
¡Vaya una idea!.
Bastante trabajo tengo
para viglar mis propias
ramas. ¡¡Fuera de aquí!!.
Álamo precioso- dijo el
pobre pajarito-. ¿Me dejar
vivir en tus ramas hasta
que llegue el buen tiempo?.
6. El pobre pajarito,
aleteando lo mejor que
pudo, con su ala rota,
llegó al árbol siguiente.
Era un roble grande y
frondoso.
-Roble, buen roble- dijo
el pobre pajarito-, ¿me
dejas vivir en tus ramas
hasta que llegue el buen
tiempo?.
7. -¿Vaya una pregunta!-
dijo el roble -. Si te
dejo vivir en mis ramas
picotearás todas mis
bellotas. ¡¡Fuera de
aquí!!.
El pobre pajarito,
aleteando lo mejor que
pudo, con su ala rota,
llegó a un gran sauce,
que crecía a orillas del
río.
8. -Precioso sauce- dijo
el pobre pajarito-, ¿me
dejas vivir en tus ramas
hasta que llegue el buen
tiempo?.
- No, de ninguna
manera – dijo el
sauce-. Y no cobijo
o
jamás a los
desconocidos. ¡¡Fuera de
aquí!!.
9. El pobre pajarito ya no
sabía a quién dirigirse,
pero continuó Muy pronto vio al abeto
aleteando lo mejor que y éste le dijo:
pudo, con su ala rota. -¿Dónde vas pajarito?.-
-No lo sé – respondió,
los árboles no quieren
cobijarme y yo no puedo
volar lejos con mi ala
rota.
10. Ven a mis ramas- dijo
el gran abeto-, puedes
escoger la que más te
guste; mira me parece
que en este lado se
está más calentito.
-Muchas gracias- dijo el
pajarito-, pero ¿podré
¡Claro! - dijo el abeto-.
quedarme todo el
Así me harás compañía.
invierno?.
11. - El pino estaba muy De esta manera, el
cerca de su primo el pajarito se arregló un
abeto, y cuando vio al lugar abrigado, en la rama
pajarito que brincaba y más grande del abeto y
revoloteaba sobre las el pino le protegía del
ramas del abeto, le dijo: viento.
Mis ramas son muy
frondosas, pero puedo
protege del viento al
abeto, porque soy
grande y fuerte.
12. El pajarito estaba muy
- Cuando el enebro se contento en su casa,
enteró, dijo que daría calentito y bien abrigado,
comida al pajarito y todos los días iba a
durante todo el comer a las ramas del
invierno. Sus ramas enebro.
estaban cubiertas de
hermosas bayas negras.
Y las bayas del enebro
son un gran alimento
para los pájaros.
13. Los otros árboles Y no prestaría mis
o
vieron esto e hicieron ramas a un pájaro que
muchos comentarios. no conozco- dijo el
álamo.
- A mí me daría miedo
perder mis bellotas-
dijo el roble.
- Y no hablo jamás con
o
desconocidos- dijo el
sauce, y los tres se
irguieron con orgullo.
14. Aquella noche el Viento
del Norte pasó por el
bosque. Sopló sobre los
árboles con su aliento
helado y hoja que
Quería tocar todas las
tocaba, hoja que caía.
hojas, porque al Viento
del Norte le gustaba ver
a los árboles desnudos.
15. ¿Puedo jugar con
todos los árboles?- le
preguntó el Viento al
Rey de la Escarcha.
No – dijo el Rey-, los
árboles que han sido
buenos con el pajarito,
pueden conservar sus
hojas.
16. Y el Viento del Norte
los dejó en paz, y el
pino, el abeto y el
enebro conservaron
sus hojas todo el
invierno hasta que
brotaron las nuevas. Y
desde entonces,
siempre ha sido así.