El documento describe el poder del Cristo glorificado y la importancia de entender que los cristianos y las iglesias dependen de Él. Explica que Pablo no usaba el nombre de Jesús para referirse al Cristo sufriente, sino al resucitado que venció la muerte y está sentado a la diestra de Dios. Todo lo bueno que tenemos como cristianos, como la salvación, la libertad y las promesas, viene a través de nuestra unión con el Cristo glorificado.