El Príncipe Ceniciento era bajito, pecoso y delgado, mientras que sus tres hermanos eran grandullones y peludos. El príncipe deseaba ser fuerte y peludo como sus hermanos. El hada madrina le concedió su deseo, pero por error lo convirtió en un mono grande y peludo. Más tarde, volvió a la normalidad y pudo probarse unos pantalones que habían quedado en el camino, encajando perfectamente y ganándose el amor de una princesa.