José experimentó un reinicio al ser vendido como esclavo a Egipto, donde tras pasar tiempo en prisión fue elevado a la posición de gobernador del país por Faraón. Años más tarde, cuando una hambruna asoló Canaán, sus hermanos que lo habían vendido tuvieron que viajar a Egipto para comprar alimentos, descubriendo allí que José seguía con vida y en un alto cargo. José perdonó a sus hermanos y los ayudó a sobrevivir la hambruna.