2. Estar en silencio
es simplemente acoger
el don de una
Presencia, escuchar
contemplando a Alguien
que nos habla
con lenguaje
de eternidad.
3. Madre de Jesucristo,
yo no vengo a orar.
No tengo nada que ofrecerte
y nada que preguntarte.
Madre, vengo solamente
a contemplarte.
Estar junto a ti, María,
ahí, donde estás tú.
No decir nada, cantar
sólo porque el corazón está lleno…
4. Porque tú eres bella,
porque eres la Madre
de Jesucristo…
Essere insieme con te, Maria, Porque tú eres la mujer, cuya
qui, dove sei tu. mirada va directo al corazón
Non dire nulla, cantare, y hace brotar las lágrimas
solo perché il cuore contenidas.
è troppo pieno…
5.
6. He aquí
el momento maravilloso
en el que se unen
el cielo y la tierra,
en el silencio,
sin clamor.
Intimidad de amor,
de comunión profunda
de ser inefable.
7. Es el silencio de María.
Silencio que se irradia
en cada corazón ,
como un buen perfume
o como un eco
del canto que llega
desde la otra orilla.
8. El que posee la Palabra del Señor
puede escuchar también su silencio.
Él con su Palabra obra en nosotros,
con su silencio hará que nos conozcamos.
(S. Ignacio de Antioquía).
9. Mi alma glorifica a María
y mi espíritu exulta
en mi Madre, Reina y Maestra.
La misericordia de María se extiende
de una a otra generación,
sobre aquellos que la aman y la buscan.
10. La potencia, la sabiduría y el amor de María
salvan a los que son humildes en su corazón.
Atrae a sí a todos los que la contemplan.
Sacia de bienes a los hambrientos,
a los ciegos da la luz del corazón.
Da al mundo a Jesús Maestro
que es el fruto bendito de su vientre.
Él es para nosotros sabiduría de Dios
Justicia, santificación y redención
para siempre.
Amén.
11. El Señor nos conceda
el silencio y la atención del amor,
la capacidad de acoger la Palabra,
y la fuerza que viene del silencio
para poner todo nuestro ser
al servicio de la Palabra de vida.
El Señor nos conceda
aquel silencio
que es el eco de su Palabra,
y que debe llenar todo el espacio
de nuestro ser libre, de nuestro yo.