Este documento describe el sistema político mexicano entre 1940 y 1988, caracterizado por el presidencialismo, el autoritarismo, y la represión. El gobierno tenía un poder casi absoluto, y ejercía su autoridad de forma impositiva, como se vio en la represión estudiantil de 1968. También se caracterizó por el clientelismo, el corporativismo, el charrismo sindical y el partido único de estado, donde el gobierno controlaba todos los aspectos de la política a través de monopolios.