El documento argumenta que los valores democráticos como la cooperación y el servicio a la sociedad deberían reemplazar el individualismo y la competitividad en la creación de una sociedad mejor. Defiende que solo a través de la defensa de los valores democráticos, la ética política y la recuperación moral podrán las futuras generaciones dedicarse a realizar sus sueños. Afirma que la política debe esforzarse en hacer más libres y prósperas a las comunidades, alejada de banderas partidistas e hipotecas, y dispuesta al sacrif

1. El Valor Democrático.
El valor es un sentimiento que reside en nuestra mente y hace palpitar
nuestro corazón cuando nos encontramos frente a algún peligro. Todos
los seres humanos poseemos el suficiente para poder darle un sentido a
nuestra vida y colaborar en la creación de un mundo diferente en el que
el individualismo, la competitividad, la desconfianza y las políticas socio-
económicas desequilibradas sean reemplazados por la cooperación y el
servicio a la sociedad, a la que nos debemos, como parte integral de
nosotros mismos. En esta nueva sociedad en la que estamos viviendo, en
este mundo desgarrado por mezquinos intereses, los ciudadanos
debemos comprender que, solo la defensa de los valores democráticos,
de la ética política y la recuperación moral de la nación nos permitirá
que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos puedan dedicar gran
parte de su esfuerzo y creatividad en realizar sus sueños. Quien se
dedique a la política debe entender que la POLITICA, así con mayúsculas,
no es el arte de lo posible, como alguien la ha definido, para poder
incumplir con lo prometido. La política bien entendida es esforzarnos en
todo aquello que haga más libres y prosperas la comunidades a las que
nos debemos, lejos de banderas y partidos, libres de hipotecas y con el
ánimo dispuesto al sacrificio.
Carlos Herrera.