Un padre encuentra un vibrador en la cama de su hija y decide hablar con ella sobre el tema. La hija le explica que ha decidido usar el vibrador en lugar de tener una relación sexual real porque no la puede embarazar ni contagiar de enfermedades, y la satisface sexualmente sin necesidad de depender de otra persona. El padre acepta su razonamiento. Días después, la hija ve a su padre bebiendo whisky con el vibrador, asumiendo que ahora es su "yerno".