Un hombre tiene una conversación con Dios mientras observa el amanecer. Dios le pregunta si aún lo amaría y alabaría su nombre si estuviera física o sensorialmente discapacitado. Aunque sería difícil, el hombre responde que sí. Luego Dios cuestiona por qué peca y se aleja de Él cuando las cosas van bien. El hombre no puede responder y llora, dándose cuenta de que no ha amado a Dios completamente. Dios promete nunca abandonarlo y amarlo por siempre.