El autor describe una conversación que tuvo con Dios mientras observaba el amanecer. Dios le pregunta si aún lo amaría e intentaría servirlo si estuviera física o sensorialmente discapacitado. Aunque el autor admite que sería difícil, afirma que sí lo amaría y serviría. Dios luego cuestiona por qué el autor peca y sólo busca a Dios en momentos de necesidad. El autor se da cuenta de que no ha amado a Dios como debería y pide perdón. Dios asegura su amor incondicional por el