Este poema reflexiona sobre las lecciones aprendidas a lo largo de un largo camino. Algunas de las lecciones clave son que llegar alto no significa crecer, escuchar no es lo mismo que oír, lamentarse no es sentir, y mirar no siempre es ver. Otra lección es que andar solo no es lo mismo que soledad, y que la cobardía no es lo mismo que paz. El poema también enseña que aunque los sueños de amor pueden marchitarse como las flores, su breve existencia es hermosa.