La energía nuclear se libera mediante dos procesos: la fisión nuclear, donde un neutrón golpea un núcleo pesado dividiéndolo en fragmentos más ligeros y liberando energía, y la fusión nuclear, donde núcleos de átomos ligeros se fusionan en un núcleo más pesado también liberando energía. Esta energía nuclear se puede convertir en energía eléctrica, térmica o mecánica.