El documento habla sobre el segundo gobierno de Alan García y su relación con el caricaturista peruano Carlin. Se describe cómo García disfrutaba de las caricaturas de Carlin que criticaban a la oposición y celebraban los logros del gobierno, aunque a veces también se burlaban del propio García. Carlin era conocido por sus agudas caricaturas políticas que retrataban los eventos más importantes del país.