Enoc caminó con Dios después de haber engendrado a Matusalén a los 65 años. Caminó con Dios durante 300 años más hasta que Dios lo llevó consigo, a los 365 años de edad. Enoc profetizó sobre la segunda venida de Cristo, indicando que profetizaba para guiar a un pueblo que se había desviado de Dios. Caminó con Dios a través de la oración y la comunión con Él a pesar de vivir en un mundo caído.