1. Universidad Privada de la Península
Licenciatura en Terapia Física y Rehabilitación
Cuatrimestre: Septiembre – Diciembre, 2015
Asignatura: Histología y Nosología
Evidencia: Ensayo,
Proceso de salud -
enfermedad
Trabajo realizado por los alumnos:
Aguilar Escalante Jesua
Batún Garrido Zulemy
Herrera Peniche Susana
Montañez Baas María José
Tapia Aguilar Adán
Tuyú Oxté Andrea
Várguez Infante Fernando
Del primer cuatrimestre, grupo B para la asignatura de Histología y Nosología
Profesor: L.R.Gilbert Góngora Palma.
Mérida, Yucatán a 24 de octubre de 2015
2. Proceso de Salud - Enfermedad
Durante el desarrollo de la historia del hombre, siempre se ha procurado la
conservación de la salud. Inicialmente, el ser humano pensaba que la salud era un
estado independiente, individual, de poca o nula relación con el entorno ya que el
hombre no había avanzado en cuanto a conocimientos e investigaciones a fondo
sobre temas científicos. Ante la evolución de la sociedad se empieza a reconocer
que la salud es una condición dependiente de muchos otros aspectos como las
condiciones físicas, sociales, psicoculturales y ambientales que condicionan el
bienestar integral de un individuo, es por ello que en este ensayo resolveremos
algunas dudas y brindaremos conocimientos respecto al proceso de salud y
enfermedad teniendo la finalidad de dar a conocer qué factores pueden influenciar
en la salud. Además, tiene como propósito mostrar cómo un licenciado en terapia
física se ve involucrado ante este tipo de temas. Hablaremos acerca de una
alteración en el estado biopsicosocial llamada “Accidente cerebro vascular” (ACV)
dando a conocer las causas de éste, los tipos de ACV que existen e informar
cómo tratar este tipo de enfermedad cerebrovascular como terapistas físicos, así
como el medio de prevenirla.
Nosotros como futuros licenciados en terapia física y rehabilitación tenemos que
saber definir los conceptos de salud y de enfermedad. La Salud es un estado de
equilibrio biopsicosocial; siendo así, un individuo sano es aquel que muestra una
armonía física, mental y social con su ambiente, incluyendo variaciones, de tal
forma que pueden contribuir con su trabajo productivo y social al bienestar
individual y colectivo. Por otra parte, la enfermedad es un desequilibrio
biopsicosocial que afecta de manera lesional a los niveles de organización del
cuerpo humano; así pues, una persona enferma vive un proceso de cambios o
modificaciones en su estado previo. Se divide en 5 etapas:
Fase I, en la que se experimenta el síntoma.
Fase II, en la que se asume el papel de enfermo.
Fase III, en la que se toma contacto con el agente de salud.
Fase IV, en la que el enfermo se hace dependiente del servicio de salud.
Fase V, en la que tiene lugar la rehabilitación o recuperación del estado de
enfermedad y éste es crónico.
La cultura familiar/social es igual en todo el padecimiento: se va a generar una
crisis. La enfermedad de un miembro de la familia genera una modificación del
sistema de la misma, toda la familia se ve afectada. Cuando hablamos de
enfermedades crónicas, el proceso de adaptación va a tener una serie de
implicaciones:
1. Invalidez; porque bloquea al individuo.
2. Molestias; dolor físico y psíquico.
3. Amenaza - aislamiento; la enfermedad solamente la vive el enfermo que la
padece.
3. 4. Anomalía; porque no soy igual que los demás y no puedo realizar lo que
hacen los demás.
5. Temor al dolor; es uno de los aspectos más importantes del ser humano.
6. Ruptura del proyecto existencial.
Un licenciado en terapia física y rehabilitación debe estar familiarizado con los
conceptos anteriores y aplicar sus conocimientos a todo aquél que necesite
controlar o quiera prevenir una alteración en su organismo; de igual forma necesita
saber las fases de una enfermedad, ya que una persona afectada va a seguir con
ciertos pasos para tener un diagnóstico y una mejoría gracias a la atención
brindada por un agente de la salud. Es por eso que a continuación hablaremos de
un accidente cerebrovascular y cómo nosotros (como licenciados) debemos
trabajar en personas con este problema.
Antes que nada vamos a definir qué es un accidente cerebrovascular.
Un accidente cerebrovascular sucede cuando el flujo de sangre hacia una parte
del cerebro se detiene. Se le puede conocer como derrame cerebral; ACV; Infarto
cerebral; Hemorragia cerebral; entre otros. Si el flujo sanguíneo se detiene por
más de pocos segundos, el cerebro no puede recibir sangre y oxígeno por tanto
las células cerebrales pueden morir, lo que causa daño permanente.
Se produce de distintas maneras: cuando el suministro sanguíneo hacia una parte
del cerebro se bloquea repentinamente o cuando un vaso sanguíneo del cerebro
se rompe, derramando sangre en los espacios que rodean las células del mismo.
Una persona que sufre un ACV en el hemisferio izquierdo del cerebro mostrará
parálisis (o paresia) del lado derecho. A la inversa, una persona que se ve
afectada por esta enfermedad en el hemisferio derecho del cerebro mostrará
parálisis del lado izquierdo.
Síntomas
La aparición de síntomas es caracterizada por ser la Fase I y en esta enfermedad
aparecen repentinamente y se pueden manifestar más de uno al mismo tiempo,
por lo que puede distinguirse fácilmente de un mareo o de un dolor de cabeza.
Suele ser:
Entumecimiento o debilidad repentina, sobre todo de una parte del cuerpo.
Confusión repentina o problemas con el habla o la comprensión.
Problemas repentinos con la vista en uno o en ambos ojos.
Problemas repentinos para andar, mareos o pérdida de equilibrio o
coordinación.
Dolor de cabeza repentino, severo, sin causa conocida.
Incapacidades resultantes
Como consecuencia a ello se debe asumir el papel del enfermo, conocida también
como nuestra fase II, en esta situación algunas de las incapacidades que pueden
resultar de un accidente cerebrovascular son:
Parálisis. Es muy frecuente que se produzca en un lado del cuerpo, llamada
hemiplejia. También se puede producir debilidad de un lado del cuerpo,
4. llamada hemiparesia. La parálisis o debilidad puede afectar sólo a la cara,
una extremidad o puede afectar a todo un lado del cuerpo. El déficit motor
puede ser consecuencia del daño a la corteza motora en los lóbulos
frontales del cerebro o en las partes inferiores de éste, como el cerebelo,
que controla el equilibrio y la coordinación.
Déficit cognitivo. Se pueden producir problemas de raciocinio, conciencia,
atención, juicio y memoria. Puede no tener conciencia de un lado de su
cuerpo o un lado de su campo visual (heminegligencia) y no es consciente
de su déficit. Puede estar inconsciente de lo que le rodea o puede no tener
conciencia de déficit mental resultante del ACV.
Déficit del lenguaje. Problemas para comprender o producir el lenguaje
(afasia) o construir frases (disartria). Suelen ser consecuencia de daño a los
lóbulos temporales y parietales del cerebro.
Déficit emocional. Puede haber problemas para controlar sus emociones o
expresar emociones inapropiadas en determinadas situaciones. Un
problema muy frecuente es la depresión, que puede dificultar la
recuperación y la rehabilitación e, incluso, conducir al suicidio.
Dolor. Se puede dar un tipo de dolor llamado central, debido al daño en un
área del cerebro llamada tálamo. Es una mezcla de sensaciones, como
calor y frío, ardor, hormigueo, falta de sensibilidad, punzadas agudas y
dolor intenso. Existen pocos tratamientos para combatir este dolor.
Dado a los efectos de la enfermedad en algún paciente, éste tiene que iniciar la
fase III del proceso, donde se contacta al agente de salud correspondiente para la
valoración adecuada del problema, en este caso un médico especialista en
neurología.
Diagnóstico
Los médicos disponen de diferentes herramientas para diagnosticar la causa de
un accidente cerebrovascular con exactitud y rapidez. Los cuales suelen ser los
siguientes:
Examen neurológico.
Análisis de sangre.
Electrocardiograma.
Tomografía computarizada.
Resonancia magnética.
Una vez detectada como derrame cerebral se da el tratamiento para el cuidado y
mejora de ello, en este caso suele ser de manera casi inmediata debido a la
gravedad del problema.
El afectado se hace dependiente de los servicios de salud (empieza la fase IV del
proceso de enfermedad) ya que después del ACV él estará tomando fármacos
para aliviar el dolor de cabeza o para prevenir las convulsiones, ya que las
convulsiones son una secuela de la enfermedad. Su equipo médico también
trabajará para mantener la glucosa en la sangre y la temperatura dentro de niveles
normales, con el fin de ayudar a proteger el cerebro.
5. Rehabilitación
La fase final y de nuestro interés es la V y en ella ya se acepta el estado de
enfermedad.
El objetivo de la rehabilitación con base a esta afección, es mejorar la función a fin
de que la persona que sobrevive de un accidente cerebrovascular pueda ser lo
más independiente posible. Esto se debe lograr de una manera que preserve la
integridad personal mientras se motiva al paciente a volver a aprender las
habilidades básicas que afectó el ataque, como comer, vestirse, caminar y
comunicarse.
Aunque el ACV es una enfermedad del cerebro, puede afectar a todo el cuerpo y
al estilo de vida del paciente. Un paciente que padece esta enfermedad puede no
ser consciente de lo que lo rodea o no darse cuenta de las deficiencias mentales
que este le produjo. Todo esto puede acarrear problemas emocionales.
Según la Asociación Nacional del Accidente Cerebrovascular americana, las
pautas generales de recuperación muestran:
10 % de los sobrevivientes a un ACV se recuperan casi por completo
25 % se recuperan con alteraciones menores
40 % sufren alteraciones moderadas a severas que requieren cuidados
especiales
10 % requiere cuidados en alguna institución para recibir atención a largo
plazo
15 % mueren poco después del ACV
Comúnmente el enfermo no logra realizar funciones básicas de la manera que las
realizaba antes para estos casos la terapia física y ocupacional trata que la
persona sea lo más independiente posible, alcanzar un nivel de autonomía para
realizar estas acciones con la mayor eficacia y eficiencia posible. Otro aspecto del
enfermo con un accidente cerebrovascular cuando tiene un daño en el centro del
lenguaje se intenta mejorar las destrezas del mismo y encontrar posibles formas
de comunicación y adquirir otras aptitudes para hacer frente a la frustración que
supone no poder realizar las actividades con la misma facilidad o de la misma
manera.
Desde la perspectiva de la rehabilitación, el accidente cerebrovascular es un gran
generador de discapacidad, tanto física como cognitiva. De la población que sufre
ACV, un 15 a 30% resulta con un deterioro funcional severo a largo plazo, lo que
implica un alto grado de dependencia de terceros. Además, el ACV se ha
establecido como la segunda causa de demencia a nivel mundial.
Gracias a la aparición de nuevas terapias, la mortalidad por ACV ha disminuido
notablemente en los últimos años, lo que deja un número cada vez más alto de
sobrevivientes con mayor probabilidad de recaída. Es importante en el ámbito de
la rehabilitación consignar también, toda vez que sea posible, la afectación que la
enfermedad produce en la percepción de la calidad de vida.
6. La rehabilitación ha demostrado ser útil en la mejoría del paciente, dado que
mejora la autonomía funcional, aumenta la frecuencia de regreso al domicilio y
reduce la hospitalización.
Una recuperación favorable ante esta enfermedad transcurre al inicio de la
rehabilitación, es por ello que debe tratarse lo antes posible para evitar daños
mayores que sean más difíciles de tratar y que lleven a un proceso de enmienda
más prolongado y con riesgo a una recuperación casi nula.
Los programas de rehabilitación consisten fundamentalmente en la aplicación de
determinadas técnicas de terapia física, terapia ocupacional y de logopedia, según
el tipo y grado de discapacidad, que se pueden utilizar aisladamente o en
combinación (técnicas convencionales, técnicas de facilitación neuromuscular,
técnicas de biofeedback, etc.). No hay ninguna evidencia científica de que unas
técnicas fisioterápicas sean mejores que otras.
Como se da a conocer, el paciente que padece de este problema no sólo necesita
de un licenciado en terapia física y rehabilitación, sino en otros terapeutas
dependiendo de la recuperación que brinden. Como por ejemplo:
Terapia física. Técnicas para volver a aprender a caminar, sentarse,
cambiar de postura, etc. mediante ejercicios y manipulación física del
paciente para restaurar el movimiento, el equilibrio y la coordinación.
Terapia ocupacional. Técnicas para volver a aprender a comer, beber,
vestirse, bañarse, leer, escribir, etc. Se tiene que conseguir que la persona
vuelva a ser independiente o alcanzar el mayor grado de autonomía
posible.
Terapia del habla. Los problemas del habla se dan cuando se produce
daño cerebral en los centros del lenguaje del cerebro. Como el cerebro
tiene una gran capacidad de cambio, otras áreas pueden adaptarse para
asumir las funciones perdidas. Se utiliza en los pacientes que no tienen
déficit cognitivo o del pensamiento, pero tienen problemas para comprender
las palabras habladas o escritas o problemas para formar frases. Se intenta
mejorar las destrezas del lenguaje, encontrar otras formas posibles de
comunicación y adquirir otras aptitudes para hacer frente a la frustración
que supone no ser capaz de comunicarse plenamente.
Terapia psicológica/psiquiatra. Ayuda sobre problemas mentales y/o
emocionales relacionados. Los problemas de depresión y ansiedad son
habituales tras un episodio de ACVA. En ocasiones también es beneficioso
que los familiares del paciente reciban ayuda psicológica para hacer frente
al padecimiento.
Técnicas de facilitación neuromuscular. Métodos destinados a promover
o acelerar la respuesta del mecanismo neuromuscular por medio de la
estimulación de los propioceptores. A través de los años han demostrado
7. su utilidad en cuanto a rapidez de la mejoría, economía de tiempo y
magnitud de los resultados.
A todo esto, podemos darnos cuenta que el proceso de salud y enfermedad ha
tenido una visión diferente a lo largo de la historia; ya que anteriormente se creía
que este proceso dependía de uno mismo y que el entorno no repercutía en eso;
ahora bien nos damos cuenta que esta idea es errónea, ya que sí depende de
diversos factores.
Durante nuestra investigación, encontramos diversas definiciones respecto al
tema, el cual pudimos concluir que ambos conceptos están centrados en el estado
biopsicosocial.
Teniendo en cuenta el conjunto de los conceptos anteriores podemos dar a
conocer que el proceso salud-enfermedad es un poco más complejo de lo que
parece. Tomamos de referencia una enfermedad cerebrovascular (ACV) para
explicar mejor las características de las fases que contiene el proceso en un
contexto más cotidiano desde la perspectiva de un licenciado en terapia física y
rehabilitación.
Al incluir una enfermedad para ejemplificar el tema central de nuestro trabajo,
pudimos darnos cuenta de la importancia que tienen los terapeutas tanto físicos,
ocupacionales, rehabilitadores, entre otros, en este tipo de enfermedades para
llevar a cabo un seguimiento de recuperación que contribuya un beneficio en el
estado biopsicosocial del individuo que se vea afectado; siendo así que da a
entender lo indispensable que son los profesionistas que pueden tratar y llevar una
rehabilitación como ya se planteó anteriormente.
Cabe destacar que no todas las enfermedades necesitan de un tiempo de
recuperación extenso, por lo tanto no requieren de una rehabilitación prolongada,
a diferencia de los padecimientos crónicos y degenerativos.
El éxito que se pueda alcanzar durante la terapia no depende sólo del agente de
salud, sino del desempeño personal y emocional del paciente, ya que esto puede
dificultar la recuperación e, incluso, conducir al suicidio.