Enviar 11 abril guia investigaciones escritores salv
1. GUÍA DE INVESTIGACIÓN ARTISTICA
PRESENTACIÓN SOBRE ESCRITORES SALVADOREÑOS
El aprendizaje de las artes en la escuela conduce a resultados cognitivas favorables; además de preparar a los alumnos para la vida, ayuda en el desarrollo de habilidades
como el análisis, la reflexión y el juicio crítico.
Con el arte literario se espera fomentar el gusto por la lectura, comprender lo que se lee, comunicarse a través del lenguaje oral y escrito; y enriquecer su vocabulario.
Para que la lectura produzca satisfacción y gozo, es imprescindible comprender lo escrito y que no sea vista como una obligación sino como un deseo voluntario. Para
lograrlo, es necesario despertar la curiosidad, la imaginación y la sensibilidad. “El texto literario ayuda al niño a ‘comprenderse mejor’; así se hace más capaz de comprender
a los otros y de relacionarse con ellos de modo mutuamente satisfactorio y lleno de significado”.1
Lo fundamental es comenzar un proceso que impulse el libro y la lectura, objeto y acción inseparables, ya que el libro alcanza su total plenitud en el momento de la lectura.
En este sentido y para este trabajo, se impulsa la valoración de las manifestaciones artísticas literarias de los escritores salvadoreños que conlleva a su conservación,
enriquecimiento e identificación cultural de nación.
La investigación artística literaria, conduce al individuo a ser un receptor consciente y un productor eficaz de imágenes, textos, espacio, tiempo y sujetos. Desarrolla
capacidades para ir del pensar teórico a la construcción razonada, del pensamiento crítico a la comunicación y la investigación. Es definida como un proceso, utilizando una
metodología para obtener nuevos conocimientos en el campo artístico-cultural.
Se propone analizar la literatura en las instituciones a través de debates, escritos teóricos, foros, intervenciones y/o trabajos individuales posterior a la lectura. Cada fase de
esta guía partirá de la lectura previa sobre la temática formulada y los textos escritos. Se apuntará a sistematizar un conjunto de herramientas del análisis de obras,
autores, intervenciones etc., enmarcados en una historia literaria que atienda a las particularidades de un campo de prácticas, a las formas y estrategias que se despliegan
en ese terreno; pero que, al mismo tiempo, estudie las determinaciones culturales, sociales y políticas que permiten comprender tales prácticas a la vez como resultados y
motores de un proceso de cambios, reacciones y respuestas.
Se espera que esta guía oriente a la comunidad educativa y sirva como herramienta para adentrarse al mundo de la expresión literaria de escritores salvadoreños, al
universo de las letras que muestra las realidades de un pueblo, la cultura viva, los valores comunitarios, la proyección histórico-social y de estructuras organizadas.
OBJETIVOS
• Fomentar en los estudiantes el hábito de la lectura de obras literarias de escritores salvadoreños como fin para mejorar su escritura, redacción, ampliar su
vocabulario y propiciar el goce de la belleza.
1
Jorge Melo.
1
2. • Desarrollar la sensibilidad, la imaginación y la curiosidad conectando contextos históricos sociales, políticos, económicos, culturales y de belleza artística.
• Desarrollar en los estudiantes reflexión y análisis de la literatura salvadoreña como vía para la producción de conocimientos
• Exaltar la práctica de valores como la participación, la cooperación y la solidaridad dentro del marco de la contemplación estética y la producción documental.
LOGROS ESPERADOS
Desarrollo sensitivo, imaginación y curiosidad relativa a la literatura salvadoreña.
Apreciación y gusto por la lectura.
Reconoce y comenta la literatura salvadoreña.
Apertura al dialogo participativo y cambio de actitud.
Expresa con soltura sus ideas de forma oral y escrita.
RECOMENDACIONES PARA EL DOCENTE
Acciones preliminares. Leer el libro escogido antes de presentarlo para conocer el contenido, documentarse sobre los autores a trabajar, ubicar concretamente en el
espacio y el tiempo, relacionar el trabajo con el contexto del momento escrito, preparar preguntas guías, realizar análisis de los diálogos, encontrar espacios para hacer
pausas y marcar como inicio de discusión para interpretar o reaccionar ante el texto. Es importante, la preparación anticipada de los materiales a utilizar para cada
actividad.
Se debe promover la participación democrática para compartir ideas y ampliar los conocimientos con ayuda colectiva.
Siempre debe responder a las predicciones, pensamientos, opiniones y escritura propia de forma afirmativa, nunca negando las ideas expresadas, con el fin de generar
motivación e interés del alumnado.
Las equivocaciones son importantes para que éstas sean descubiertas en su análisis por los mismos estudiantes, durante el desarrollo de las actividades.
METODOLOGIA
Primera fase Segunda fase Tercera fase Cuarta fase Quinta fase
2
3. PREDICCIÓN MOTIVACIÓN Y LECTURA ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN CREACIÓN LITERARIA CULMINACIÓN
(Primer día) (Segundo día) LECTORA (Tercer día) (Cuarto día) (Quinto día)
Proceso inicial para la predicción y La motivación es lograda Un proceso para fomentar el Brindar lineamientos para la Fase última, consiste
reconocimiento de algunos planificando bien las actividadesanálisis y comprensión lectora. Es escritura de un texto a partir de en el proceso de análisis
escritores salvadoreños. a desarrollar. Utilizar
una manera de sumergirse en la lo leído. final sobre el desarrollo
estrategias para motivar a los lectura del libro seleccionado. del estudio sistemático.
-Llevar una propuesta de 10 estudiantes a la lectura. (ver Se solicita releer el texto del Es la fase de culminación
autores para leer (5 fallecidos y 5 -Reconocer personajes principales autor o autora y modificar en la
anexo 5) que permite hacer una
vivos) y secundarios. Elaborar un gráfico escritura la información, revisión y reflexión de
Leer un texto o un libro de los que revele el personaje, sus personajes, lugar y espacio.
-Diseñar una ficha-resumen para el todo el trabajo
10 autores presentados. El libro características y sus cualidades. garantizando la
trabajo del primer día. es seleccionado por los
- coherencia y el
Estrategias: estudiantes. Ilustrar lo escrito. aprendizaje significativo.
PERSONAJES
Su flexibilidad permite
1. Se muestra la ficha-resumen o
no ceñirse a parámetros
se elabora una propia. (ver anexo Pasos: CARACTERISTICAS CUALIDADES
Nota: limitantes.
N°2)
Enlistar personajes ocasionales.
1. Leer el texto de un autor o Existe diversidad de actividades para
2. Se exponen los libros autora específica. motivar al niño y la niña hacia la
-Mencionar el tiempo y espacio
seleccionados (10 ó más obras lectura y escritura, sin embargo, esta
literario de la obra o texto. es una actividad ‘sugerida’ para
literarias) y se deja a disposición 2. Realizar una pausa para
iniciarla en el salón de clase y
en la biblioteca, sobre el escritorio problematizar la lectura.
continuarla en casa.
o en una zona dispuesta para la
colocación de los libros. (ver anexo 3. Generar discusión sobre la
N°1 ó ver sugerencias de otros lectura y tomar notas generales.
escritores salvadoreños) 4. Escribir un párrafo sobre la
3. Se trabaja en grupos para problematización.
generar discusión sobre los
autores y sus obras escritas. La
lectura es individual.
3
4. 4. Se presentan algunas preguntas
genéricas o consignas para realizar
la predicción de la obra escogida.
Preguntas genéricas o consignas -Conjuntamente, profundizar en la Puede evaluarse de
para realizar la predicción de la estética del autor respondiendo a diversas formas:
obra escogida. las siguientes preguntas.
El proceso llevado a cabo
¿Qué te hace pensar el título de la ¿Qué más ha escrito el autor o por el alumnado.
obra? autora?
Informe oral o escrito
¿De qué creen tratará el libro? ¿Además de escritor o escritora,
La participación de los
tiene otras preferencias artísticas?
¿Por qué opinas eso? O ¿Por qué estudiantes,
crees eso? ¿Además de escritor o escritora,
Creación de rúbricas para
tiene otra profesión u ocupación
¿Qué hay en el texto que apoye tu vinculada con las artes? ¿En qué verificación de los logros.
idea? sentido? A través de dialogo, un
Si hay dibujos, ¿Qué hay en ellos proyecto, Utilizando
que apoye tu idea? cuestionario
Verificando las
anotaciones diarias en el
proceso.
Expansión de las preguntas y sugerencias como soporte a la acción docente
¿Qué te hace pensar el título de la
obra?
Enfermedades contagiosas, amor,
personajes irónicos, música
4
5. diversa, malos tiempos, sociedad
corrupta, rosas y mar, océano
intenso, etc.
¿De qué creen tratará el libro?
Sobre la naturaleza, problemas
sociales, el miedo, el trabajo, la
familia, problemas familiares,
medio ambientales, la conquista,
el amor entre una pareja, un viaje
romántico, etc.
¿Por qué opinas eso? O ¿Por qué
crees eso?
¿Qué hay en el texto que apoye tu
idea? Si hay dibujos, ¿Qué hay en
ellos que apoye tu idea?
-Diversas opiniones son
manifestadas por los estudiantes.
TAREAS PARA CADA UNA DE LAS FASES
Documentar todo lo realizado en cada día y recopilar la información para crear un portafolio de la semana de los escritores salvadoreños. Los mejores trabajos pueden ser
expuestos en todo el centro educativo.
Tarea fase 1. Discuta con los Tarea fase 2. Verificar y Tarea fase 3. Lee nuevamente la Tarea fase 4. Escribir un texto a Tarea fase 5.
presentes, investigue y escriba una reescribir el párrafo, realizando tarea 1 y 2, partiendo de las notas partir de lo leído. Usar la
reseña del escritor o escritora, algunas críticas propias. y del análisis de éste día. Se coloca imaginación y la creatividad que
le transporta la lectura. En esta
según las diversas opiniones o lo el gráfico de personajes, se escribe
5
6. investigado. en una página el análisis de lo leído fase los estudiantes pueden
y sobre otras preferencias artísticas imaginar, expresar
del autor o autora. sentimientos, opiniones y
formas de ver la vida y la
sociedad
Aspectos de generales:
• Plazo de elaboración: una semana (monitoreados por el docente)
• Aspectos de presentación: margen, tipo y tamaño de letra, presentación de dibujos, tipo de papel, número de páginas, contar con el material por anticipado
(sobres de carta, páginas de papel bond, páginas de colores, fotocopias o fotografías de los autores, etc.)
• Creatividad personal.
Sugerencias:
• Usar lenguaje apropiado y valorar la asignación de tareas según el nivel de los estudiantes. Recordar que la continuidad y el trabajo será siempre monitoreado por
el docente.
• El diseño está orientado para estudiantes de Primero y Segundo Ciclo de Educación Básica, pero la dinámica puede ser utilizada con estudiantes de tercer ciclo
de Educación Básica y Media.
Referencias:
Alberto Masferrer, Páginas escogidas, El dinero maldito
Arturo Ambrogi, Crónicas, Biblioteca Básica de Literatura Salvadoreña.
Eugenio Martínez Orantes, Escritores salvadoreños de Francisco Gavidia a David Escobar Galindo
Maribel Sánchez, Clásicos de la literatura, Miguel Angel Espino
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7. Miguel Angel Espino, Mitología de Cuscatlán
Isabel Solé, Estrategias de lectura
Jorge Melo, La importancia de la lectura y la literatura, para la educación y la formación de los niños y el desarrollo social.
Jorge Vargas Méndez, Literatura salvadoreña 1960-2000
Roxana Beatriz López Serrano, Cien escritores salvadoreños
Colaboraron en este trabajo los escritores:
Otoniel Guevara, Jorge Galán y Maura Echeverría.
Otros escritores salvadoreños:
Francisco Gavidia, José María Peralta Lagos, Francisco Herrera Velado, Alberto Rivas Bonilla, Salarrué, Gilberto González y Contreras, Serafín Quiteño, Ramón González Montalvo, Napoleón
Rodríguez Ruíz, José María Méndez, Luis Gallegos Valdés, Hugo Lindo, Ricardo Martell Caminos, Jorge Lardé y Larín, Matilde Elena López, Walter Béneke, Alvaro Menen Desleal, Waldo
Chávez Velasco, Eugenio Martínez Orantes, Manlio Argueta, José Roberto Cea y muchos más.
ANEXOS 1
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9. CLARIBEL ALEGRÍA
Nació en Estelí, Nicaragua; pero desde la edad de nueve meses vivió en Santa Ana, El Salvador. Se licenció en
filosofía y letras de la Universidad de George Washington, Washington, D.C.
Entre los años 1944 y 1947 tuvo como mentor a Juan Ramón Jiménez. Premio Nobel de Literatura, autor del
clásico “Platero y yo”. Casada con el escritor norteamericano, Darwin J. Flakoll, que murió en Managua, Nicaragua,
en 1996. Procrearon cuatro hijos.
En colaboración con su esposo Claribel escribió varios libros de testimonio, antologías de poetas, y la famosa
novela “Cenizas de Izalco”, publicada por primera vez en Barcelona, España en 1966; se ha entregado con fervor a
su carrera de escritora. Es una mujer culta, distinguida y elegante, de gracia una gracia particular cuando lee su
poesía. Sus versos son cortos, pero profundamente expresivos.
Obras en narrativa: Tres cuentos
Novelas: El Detén, Álbum Familiar, Fuga de Canto Grande y Despierta Mi Bien Despierta.
Primer libro de poesía: Anillo de Silencio
Poesía: La mujer del río Sumpul, Y este poema rio, Variaciones en claves de mí
Otros libros de poesía: Suite de Amor, Angustia y Soledad, Vigilias, Acuario, Huésped de Mi Tiempo, Sobrevivo
(Premio Casa de las Américas de Cuba 1978), Umbrales (1997) y Clave de Mí (1997)
Testimonios: No me agarran viva: la mujer salvadoreña en la lucha; Para romper el silencio: resistencia y lucha en
las cárceles salvadoreñas; Fuga de canto grande.
Y mucho más.
FRAGMENTO DE LA NOVELA HISTÓRICA SOCIAL
CENIZAS DE IZALCO
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10. Claribel Alegría
"Unos contra otros chocan los platos en la cocina. María murmura, refunfuña en un interminable soliloquio. Se ha encogido papá. Indefenso, viejo, duerme
en la pieza medio oscura.
Qué rico estar descalza; los mosaicos color de chocolate me refrescan los pies. Los arcos del corredor pintados de cal, rodean el jardín como una tropa de
elefantes de circo, juntando colas con trompas.
La veranera chillona, la delgada fila de rosales, la pila del centro donde tantas veces Alfredo y yo chapoteamos persiguiéndonos a gritos. El jazmín, el árbol de
papaya, la araucaria, la hiedra en los tápiales.
Qué calor el que hace. Las hojas no se mueven. Brota un colibrí, se suspende, se lanza hacia otra flor, hacia otra corola dorada; se mezcla con el follaje,
desaparece zumbando sobre las tejas. Está pesado el aire, se me pega a la piel como una toalla húmeda. Aire de temblor, diría Paúl.
A lo mejor diez kilómetros al sur, el Izalco se prepara, encoge sus hombros gigantescos como aquella vez cuando yo tenía siete años. Frank lo menciona en su
diario. La nube grasosa y arrugada que salía del cono se encendió rojo vivo con cada retumbo. Al día siguiente no salió el sol. El cielo estaba oscuro, espeso.
Flecos de azufres silenciosos y lentos cubrieron las calles, los techos de teja, las hojas de los árboles.
La gente caminaba sin hacer ruido, sin hablar, tapándose las narices con pañuelos. No. Estoy nerviosa. El cielo está nublado. De seguro que esta noche vamos
a tener un chaparrón.
Debiera estar escribiendo cartas, hay tiempo de sobra. Me quedaré por lo menos un mes. Papá estaría mejor con nosotros, pero no quiere, no quiere dejar su
casa, Santa Ana, sus muertos. Ya es demasiado viejo; a Paul le empezaría a molestar después de los primeros días, lo conozco. Se pondría silencios, irritable,
comenzaría a tejer con sus dedos nerviosos bolsas de tensión en el aire, y yo tendría que aguantar sus explosiones sordas detrás de las puertas cerradas del
dormitorio.
Papá seguiría sentado en un sillón, sin darse cuenta, esperando que lo sirvan, que lo entretengan, como lo más natural. No, no es posible. Además lo intenté
anoche, después de cenar.
- De salir de Santa Ana – me dijo – sería Nicaragua. Si no, aquí me quedo.
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11. No ve la casa, ni a mí, ni a la gente que viene a visitarlo. Mira a través de las cosas, de las personas, hacia los rincones sombreados, como queriendo
sorprender allí, de pie, a la muerte.
El manojo de llaves en mi cinto. Esta mañana hubo un momento de confusión. Me miró olvidando, desplazándose hacia el pasado y yo fui ella y casi hizo un
gesto y casi me llamó por su nombre antes de recuperarse. Por un minuto vertiginoso me sentí, sí, soy ella mirando a papá Manuel hace años, después de la
muerte de mamá Carmen, palpando su cansancio, su vacío. De pronto el tiempo se reincorporó, volvió a su sendero acostumbrado. Evitamos mirarnos,
sentimos vergüenza de que fueran tan frágiles las identidades, tan intercambiables. Me alejé de prisa por el corredor, con las llaves tintineando. (…)"
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12. MIGUEL ANGEL ESPINO
Espino, hijo de Alfonso Espino y Enriqueta Najarro, nacido el 17 de diciembre de en 1902 en Santa Ana y fallecido
1 de octubre de 1968 en San Salvador, hermano menor del poeta Alfredo Espino; Alfonso Espino era el otro
hermano que escribía en los periódicos, quién murió trágicamente. Curiosamente los tres hermanos fueron
alcohólicos. En el seno hogareño definió sus inquietudes literarias, dado que la familia entera cultivaba la
expresión escrita. Sus padres fueron don Alfonso Espino y doña Enriqueta Najarro de Espino, ambos poetas. Su
abuelo paterno, don Antonio Espino, médico y literato guatemalteco y su abuelo materno, don Antonio Najarro,
abogado salvadoreño, parlamentario, profesor universitario y poeta. A los 16 años, recién graduado de maestro,
sorprendió a sus compañeros con una preciosa colección de relatos pre-colombinos que tituló: Mitología de
Cuscatlán (Imprenta Nacional, San Salvador, 1919). En 1926 publicó: Como Cantan Allá (Imprenta Cuscatlania,
San Salvador) en la cual captó la escena provinciana en matices poéticos, llenos de romanticismo. También
escribió dos novelas —Trenes (1940) y Hombres contra la muerte (1942) — fundamentales en el desarrollo de la
narrativa salvadoreña. Luego de una prolongada enfermedad, Miguel Ángel Espino constituye un caso singular en
la literatura nacional: sus preocupaciones políticas, culturales y estéticas lo ubican a la delantera de sus
contemporáneos nacionales. Trenes fue publicada originalmente en Santiago de Chile y Hombres contra la
muerte en la Ciudad de México; pasaron más de 20 años antes de que fueran editadas en El Salvador.
Dos vetas se distinguen claramente en la narrativa de Espino. La primera tiene que ver con la búsqueda de la
identidad americana a partir del reencuentro con las raíces indígenas, la tradición de rebelión, y la flora y la
fauna; Mitología de Cuscatlán es el precedente de esta corriente que culmina con Hombres contra la muerte y
que se emparenta con el pensamiento de un José Vasconcelos y con la prosa de Rómulo Gallegos. La segunda
veta parte de una experimentación con el lenguaje y de la búsqueda de nuevas estructuras narrativas; Trenes es
la mejor expresión de esta vertiente que no es ajena a las vanguardias artísticas que florecieron en la Europa de
las entreguerras.
La prosa de Espino es valiente, audaz, enemiga de los eufemismos. Su pensamiento es beligerante, claro, de
ruptura, ubicado en el orden del cambio social. Los debates centrales de su época —herencia indígena versus
tradición española, lucha pacífica versus rebelión armada, democracia versus dictadura, entre otros— están
reflejados en su obra como en la de ninguno de los escritores de su tiempo. Pero tampoco fue un catequizador:
"el arte es desinteresadamente útil", dice la frase de Plejanov que utiliza de epígrafe en Trenes.
FRAGMENTO DE LA NOVELA ROMÁNTICA, EN LA CUAL EL AMOR Y LA MUJER SON LOS DOS GRANDES SÍMBOLOS DEL VIAJE FUGAZ DE LA VIDA.
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13. TRENES
Miguel Angel Espino
"Esta novela irregular cabe dentro del viento. Carece de día, no tiene programa, está sobre el tiempo. El capricho sopló una vez la revolución de tu cabellera
clandestina. Saltó en burbuja de oro, fresca y casual. Copió tu locura de matices. Y así, vestida de brida, bajo la lluvia nueva, salió de la geografía, tan sucio,
tan pobre y tan anochecido, que todavía dan ganas de orinarse en las esquinas. Un pueblo en donde los sabios regañan a los cometas cuando se equivocan
de vía y las mujeres fuman su alegría, ofician en la mitología del beso y se amarran la tarde en la cintura, multiplicando el trópico en cada vaivén. ¿Y qué? No
escribimos el libro. Yo me puse a pintar ilusiones en el viento, a la sombra del tiempo, y tú floreciste en cuatro sonrisas relativamente adorables. A veces he
pasado aquellas noches en que cometíamos versos. Las encuentro un poco desteñidas, demasiado llenas de aquel estruendoso perfume de jade, inseparable
esclavo de tus trajes. Deletreando, recogiendo fechas, remendando esperanzas, volviendo a pintar, he podido beberme un poquito de aquel cielo que
sosteníamos entre los dos, y (…) Odio los trenes. No sé que hayan hecho alguna vez un favor positivo a la humanidad, como no sea el de ensuciar las
montañas con su aliento de bronce. Cosen el dolor de las ciudades, han hecho internacional la pena, traen secretos de crimen y los deslizan en el oído de las
aldeas. Una viejecita murió una vez en la estación de mi pueblo. Regresaba a su tierra distante. El tren se retardó. Cuando la sacudieron, ella viajaba sobre la
paz. El humo repartió esquelas negras, que la brisa metió en las ventanas del pueblo. Sí. Odio los trenes. Me dan la espantosa sensación de un ladrón de
hierro. Parece a ratos que por su ventanilla vamos viendo recuerdos de una mujer perdida, la hemos encontrado por golpes, por ráfagas, por tonos. Pero los
ojos saben que retorna huraña, esquiva. Regresa muerta. La ventanilla analiza su iris, explora, registra la perspectiva. Está disecada. Los frenos rezan una
letanía pagana. El tren nos devuelve los retazos de una pasión. Cantan los trenes. Pero sus sílabas oscuras me dejan el pecho una gitana pereza. (...)
Es mentira que los pueblos caminan, que los amores mueren y que las sombras huyen. ¿Es mentira? Los pueblos están, como suspiros de barro, agachados
bajo el sombrero del viento, bostezando su invierno. Están fumando su tedio, cantando sus canas, labrando sus profecías de sol.
Apenas si la aurora los tortura con sus plantas de rosa cuando pasa encendiendo llamitas de miel en la flor. Abril se echa sobre los tejados como un can
dorado que viene huyendo del horizonte. El polvo es la fórmula dormida del tiempo. Octubre barre. Pero tiene prisa y barre mal.
Sólo se oye el corazón de la torre roncando minutos y bordando margaritas desteñidas con las agujas viejas, en el pañuelo desamorado de la noche. Cuando
pasa el circo de diciembre se derrochan las risas ahorradas en el corazón. Y cuando suena la marimba del aguacero tecleando locuras, en cada esquina bailan
las basuras y las penas. La muerte ha olvidado su tambor en la ceiba de la entrada, y ha tenido que pensar en un traje de zaraza con flores.
Así era y así es el pueblo de Pantaleón, detenido a media cuesta, sobre la espalda del paisaje, como si se le hubieran cansado las casas que venía pastoreando
el sol. Cuando subí, yo también tuve la sensación de una mano azul que me apretaba las venas, y fui como las casas, como las canas y como las guitarras (…)”
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14. JORGELINA CERRITOS
Actriz, poeta y dramaturga salvadoreña.
Premio Literario Casa de la Américas, 2010, en el género Dramaturgia. Licenciada en Psicología y diplomada en
Educación. Inició su formación artística en la disciplina de Teatro en 1990, habiéndose desarrollado como actriz
desde 1993 y como dramaturga desde el año 2000. Además del Teatro cultiva la poesía, géneros en los que escribe
tanto para niños como para adultos.
FRAGMENTO DE LA OBRA DRAMATURGIA GANADORA PREMIO CASA DE LAS AMÉRICAS TEATRO, 2010
AL OTRO LADO DEL MAR
Jorgelina Cerritos
Personajes: Dorotea (la mujer) y el hombre (pecador)
La acción se desarrolla en una playa desierta que se supone muy alejada de la población. En escena, del lado de la playa y sobre la arena, un escritorio,
esperando ser atendido.
Después de un instante ella se vuelve hacia el escritorio y descubre al hombre. Se apresura y retoma el trabajo. Es la mañana del segundo día.
La mujer: Otra vez usted
Pescador: Buenos días (ella no contesta) ¿Cómo maneció? … ¿Durmió bien? (ella no contesta) yo muy bien gracias.
La mujer: Por favor señor no insista
Pescador: Esa ropa le queda bien… Mejor que la de ayer. Con unas cuantas perlitas en el vestido le quedaría mejor. Le luce ese color.
La mujer: Debería buscar quehacer
Pescador: ¿Descansó? (ella no contesta) Los mosquitos de las costas molestan mucho, más si uno no está acostumbrado. Lo mejor es no hacerles caso, luego
de tanto se cansan y ellos también se van a dormir, un amigo me contaba que una vez…
La mujer: No me interesa. Déjeme en paz
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15. Silencio
Pescador: (Él saca en una bolsita algo de comer) ¿Quiere? … ¿Ya desayunó?
La mujer: Lo que me faltaba
Pescador: Tome con confianza… (Pausa) El coco es bueno pero el pan de coco es mejor. Lástima que aquí no hacen si no le hubiera traído. A mí me gusta y
además me recuerda de un amigo. Tenga.
Ella lo ignora, él pone la bolsita en el escritorio y se queda viendo detenidamente a la mujer
La mujer: ¿Por qué me mira así?
Pescador: ¿Así? … ¿Cómo?
La mujer: Así… desde ayer me está mirando así
Pescador: ¿Cómo?
La mujer: Así
Pescador: No, yo no…
La mujer: No me gusta que me mire así
Pescador: Pero no la estoy viendo de ninguna forma
La mujer: Claro que sí y no me gusta cómo me está mirando
Pescador: Perdone
El se aleja y se empieza a desvestir
La mujer: ¿Qué hace?
Pescador: Me voy a dar un chapuzón
La mujer: Si se va a dar un… “chapuzón”… debería hacerlo en otro lado
Pescador: Aquí tengo cerca mi barca
La mujer: No creo que se la lleven
Pescador: Nunca se sabe
La mujer: Entonces traslade su barca a otro lado
Pescador: Me gusta aquí
La mujer: Pero hoy hágalo en otro lado
Pescador: Pero me gusta aquí, el agua está limpia y tengo cerca mi barca
La mujer: Hay suficiente playa
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16. Pescador: Me gusta esta playa
La mujer: Esta no es una playa señor, es mi oficina
Pescador: De ahí para allá es su oficina, pero de aquí para acá es mi playa
La mujer: Eso era antes
Pescador: Yo no tengo la culpa de que a la alcaldía se le ocurra venir a poner… “su oficina”, disculpe usted, en un lugar tan…
La mujer: ¿Tan?
Pescador: … absurdo
La mujer: Por lo menos en eso tiene razón
Pescador: Ya nos vamos entendiendo
La mujer: Dios me guarde
Pescador: Es totalmente absurdo
La mujer: ¡Quién habla de absurdidez!
Pescador: ¿De qué?
La mujer: De absurdidez. Dícese de ser absurdo
Pescador: Yo no tengo nada de absurdo
La mujer: ¿Y todavía le parece que no?
Pescador: Si lo dice por…
La mujer: ¿Y todavía lo duda?
Pescador: Señora, por favor. Nada le costaría
La mujer: Ya le dije que no insista con eso. Busque algo que hacer como una persona decente. Como una persona normal.
Pescador: Soy una persona decente y soy una persona normal. Decente y normal señora. No le hago daño a nadie. Vine aquí y le dije buenos días. Le sonreí.
Le dije que le queda bien esa ropa y lo dije no para agradarla sino porque me fijé que hoy no anda en pantalones como ayer sino en vestido y que además le
queda bien. Se lo dije porque lo noto y porque así lo creo y porque no creo que sea una ofensa decirle a una persona, sólo porque esté mayor, que algo le
queda bien. Compré un coco y sólo el agua me tomé para traerle la carne a usted, y esto que bien me imaginé que ni se la iba a comer, aun cuando creo que
yo no voy a probar mucha comida este día, porque aquí ni gente hay para venderle pescado, si es que aunque sea peces se hallaran en esta playa. Y luego,
cuando le dije que me iba a dar un chapuzón en mi playa, evité decirle que es estúpido que le hayan puesto su oficina en una playa y encima sin gente, y en
lugar de eso le dije mejor, para no lastimarla, que era absurdo. Creo que todo esto demuestra que soy una persona decente. No he hecho nada indecente
desde que vine y la saludé. Y normal, porque todo lo que he dicho y lo que he hecho lo he analizado antes de decirlo y hacerlo y una persona que no sea
normal no podría hacer todos esos análisis, señora. Además, la palabra absurdidez no existe.
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17. ARTURO AMBROGI
Nació en San Salvador en 1874 y murió en la misma ciudad en 1936. Hijo del General Constantino Ambrogi, de
origen italiano, y de madre salvadoreña, se educó en el Liceo Salvadoreño.
Es considerado el mejor cronista en la historia de la literatura salvadoreña, y quizá el más riguroso estilista. Escribió
para prestigiosos diarios como La Ley de Santiago de Chile y El Nacional de Buenos Aires.
Fue amigo de Rubén Darío, Leopoldo Lugones, Enrique Gómez Carillo; por eso se le ha clasificado de modernista.
También conoció a José Ingenieros y Paul Groussac (maestro de Darío y Jorge Luis Borges). Viajó por Europa, cruzó
el canal de Suez y escribió sus impresiones por Japón y China. No es aventurado decir; pues, que Ambrogi fue el
primer escritor cosmopolita de El Salvador – y probablemente el informado de su tiempo. La crítica literaria ha
destacado la precisión de Ambrogi para el detalle, su capacidad descriptiva, la elegancia y propiedad de su prosa,
pero no ha insistido suficientemente en su virtuosismo como retratista de personalidades, ni en su estilo irónico
que a veces llega al sarcasmo (llama a Darío “sumo pontífice de la pose” y dice que Francisco Gavidia – EN LA
CARICATURA DE Toño Salazar – aparece “engrifado como chancho de monte”). Sus evocaciones de la vida en el San
Salvador finisecular, de los ambientes intelectuales de Santiago y Buenos Aires, de las figuras cumbres de la
literatura europea de su época, están escritas con u lenguaje fresco, mezcla de la nitidez en el trazo y de la
acotación puntual. La sugerencia y la seducción son virtudes de esta prosa. Como escritor de prosa, Ambrogi se
ubica en la corriente denominada costumbrista. Su Libro del Tópico y El jetón contienen instantáneas de la
campiña salvadoreña, de sus hombres y su paisaje; son el precedente indispensable de la corriente que culmina
con Salarrué. Fue director de la Biblioteca Nacional, periodista prolífico y censor.
LA HORA DE LOS RECUERDOS – CRONICAS
Arturo Ambrogi
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18. A la hora del largo crepúsculo de aquel día de Otoño, lento y largo como una convalencia de amor, en medio de aquella agonía magnificadora, la abuelita, toda nevada por los años, está
arden las manchas multicolores de las crisantemas con un prestigio final; y enfrente, el mar, ancho,
sentada junto a la abierta ventana de la villa. La ventana cae al jardín, en que
tendido como sábana espejeante. Inclinada sobre las rodillas, en su sillón de vaqueta, la buena abuelita toda nevada por los años, revuelve su caja de recuerdos, con manos
temblorosas; y por la niebla de las cosas ancianas, vagar por el espacio, enfilar el horizonte, seguir el postrer vuelo de las golondrinas viajeras, y detenerse, como para
tomar descanso, en el límite lejano en que el mar tranquilo parece confundirse con el cielo. El sol que se va, las sombras que vienen, las nubes que se amontonan o se
disgregan y se tiñen de mil maneras, transforman el cielo en el teatro de una apoteosis de comedia magia. Y la buena abuelita, toda nevada por los años , considera
tristemente aquella fiesta babilónica de colores y reflejos, aquella estupenda orgía , en que el cielo de otoño vierte , y hace hervir sobre el mar adormitado, el Fausto de una
primavera de rosas de sangre o una estupenda ofrenda de gemas luminosas. Bajo ese cielo, antaño, la abuelita deshojó alguna flor pensando en un ausente, mientras en el
alma cantaba el motivo de alguna romanza arcaica; hojeó el libro favorito, en cuyas páginas queda todavía algún resto del perfume que solía derramar en ellas para hacer
más sugestiva la lectura, más aromosa, y en cuyos márgenes el lápiz del amado puso alguna fraseo esbozó alguna estrofa sentimental… Y bajo el incendio crepuscular de
aquella tarde de otoño, que lo consume todo entre sus llamas, ahora, viejecita y claudicante, toda de nieve y ceniza sentada a la misma ventana abierta al mar y en cuyo
marco agonizan las últimas rosas, revuelve su caja de recuerdos, y se embriaga con las sensaciones eróticas que aquellas reliquias provocan… Los recuerdos desfilan en
lenta teoría, seguidos por la mirada, hasta que, sumergida la visión flotante en el espacio, se consume entre las llamas o se disuelve. Recuerda los gustos del amado muerto,
evoca el reflejo de sus ojos; siente su aliento sobre el cuello cuando la besaba; oye su voz, venida de lejos; ve su boca roja, de sonrisa desdeñosa. Lo plastifica todo. Le tiene
como una resurrección maravillosa. Hasta su nariz perfilada en C, como una garra de cóndor, llega el aroma desvanecido de las últimas flore que agonizan y se deshojan en
las platabandas; y al llegar, se mezcla al ya difunto que emerge de la cajita de laka rameada de oro, a la manera de Tokio … Por el camino, que casi oculta la alta baranda
tupida por las enredaderas, pasa un carruaje, levantando una nube de polvo, que opaliza un rayo de sol; y las montañas vecinas, bajas, apeluzadas de una suave verdura, se
dibujan en relieve sobre el horizonte, apenas orilladas de una vaporosa línea violeta. Por ese lado, desciende ya la noche. El efecto es plástico e insinuante. Y el aire, suave,
frágil, ayuda a la digestión de un sueño poético. La poesía de la tarde cayente, impregna a la abuelita, soñadora en sus buenos tiempos pasados. El gran rumor de la
Naturaleza entra en su alma senil, como un aliento de vida nueva. El aire suave frágil, incensado por el aliento de las yerbas pisoteadas, le enciende los lahios, y renueva los
besos recibidos en los dulces abandonos en otras tardes iguales. Y en el color fugaz, indefinible, de alguna flor marchita, cristaliza la emoción perdida de alguna melodía
familiar y anticuada, una arcaica frase de minué polvoriento o un motivo de colonial pavana, desteñida como un raso muriente en el fondo de alguno de sus arcones
carcomidos.
Viña del Mar, Chile – 1898
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19. ALBERTO MASFERRER
Nació en Tecapa, departamento de Usulután, el 24 de julio de 1868 y murió en San Salvador, el 4 de septiembre de
1932 (La fundación de Tecapa fue fundada por los Pipiles a mediados del siglo XVII y el 17 de febrero de 1891 pasó a
llamarse Alegría).
Hijo natural de Leonor Mónico y de Enrique Masferrer, de origen español, quién era casado y tuvo varios hijos dentro
del matrimonio. Estudió en el colegio Agustina Charvin, en San Salvador. Para que continuara sus estudios, su padre
lo envió a Guatemala, según la costumbre de las familias adineradas de El Salvador. Se fugó del internado y viajó por
Centroamérica. Se ha dicho que con Francisco Gavidia y Arturo Ambrogi constituyen la tríada de fundadores de la
cultura salvadoreña del siglo XX. Gavidia el humanista; Ambrogi, el descriptor de la naturaleza y Masferrer, el
moralista social. Se le ha negado la condición de poeta, aunque publicó poemas en los periódicos de su época, y
además, incluyó algunos en su libro “El rosal deshojado”. También se sabe que destruyó sus primeros escritos, en su
mayoría versos. Sin embargo, su prosa “Hazme suave al instante”, - que de alguna manera es una extorsión, tiene
frases de auténtica poesía.
Su obra más discutida “El Mínimum Vital”, se ha dicho que el Partido Comunista lo tomó como un arma que le
permitió crecer y ganar adeptos. Militó en la política de las elecciones presidenciales de 1931 y a su mesianismo se
atribuye el triunfo electoral del Ing. Arturo Araujo, quien fue Presidente desde 1° de marzo hasta el 2 de diciembre de
1931, fecha que fue derrocado por el Directorio Militar que gobernó de hecho del 2 al 4 de diciembre, cuando por
mandato de la Legación Americana le entregó el poder al general Maximiliano Hernández Martínez, quién lo retuvo
durante trece años.
FRAGMENTO DE LA OBRA EL DINERO MALDITO
19
20. Alberto Masferrer
Esta es la calle en que vivo yo, debiera llamarse Calle de la Amargura. Y mejor aún, Calle de la Muerte. A seis cuadras, Oeste, me queda el Hospital, adonde va, a todas
horas, una caravana de dolientes, pobres o miserables los más, a ver si les dan algún alivio. A cinco cuadras, en dirección contraria, me quedan tres estancos, donde se bebe
día y noche; donde la pianola, el fonógrafo, los gritos de los ebrios y el chocar de vasos y botellas ensordecen los oídos de los trasuntes, y también su conciencia, para que
no piensen en los dramas que ahí se incuban.
Frente a mí, a una cuadra, está la penitenciaría, donde viven los criminales desvalidos; los que no tienen llave dorada que abre las puertas de la Justicia. Los domingos desde
muy de mañana y todo el día, la vida enlaza esos tres antros en que el vicio, el crimen y el dolor se funden en una trinidad fatídica. Desde las siete de la mañana comienzan
a pasar, viniendo del Volcán, labriegos jóvenes y viejos. Vienen a divertirse. Han trabajado toda la semana, curvados sobre el suelo, sembrando, podando, arando o
escardando, para que el maíz, el arroz, el frijol y el plátano colmen nuestra mesa; para que las flores más bellas adornen nuestros búcaros; para que la leche y los huevos
nos conforten y nutran; para que la vida, en toda forma, descienda de allá arriba, y vengan en ondas de salud y alegría, a reavivar las fuerzas decaídas de los que penamos y
pecamos en la ciudad.
Han trabajado toda la semana esos labriegos, ellos y sus mujeres y sus hijos. Mientras ellos escardan o desmontan, la mujer y las hijas mayores lavan, remiendan y
planchan; muelen y cocinan; vienen diariamente al mercado a vender flores y legumbres; y a llevar provisiones y medicinas; cosen la enagua y la camisa; cuidan de las
gallinas y de los cerdos; atienden al enfermo; van al río lejano, a traer el cántaro de agua para los menesteres urgentes. Ya noche, cansadas, fatigadas, caen pesadamente
sobre el camastro o el tapesco, y duermen como troncos – si no hay niño pequeño que las desvele – hasta que Venus, el apacible Nixtamalero, comienza a desvanecerse
ante los blancores del alba.
Así es la vida en el Volcán, así se trabaja toda la semana. ¿Qué cosa más justa que bajar el domingo para descansar, para divertirse? Por eso, desde muy de mañana bajan
los labriegos, limpios, endomingados, decidores, ligeros, dan vuelta por la ciudad mientras se abre el estanco, y apenas éste despliega sus fauces, entran y beben. Un vaso
tras otro, de pie, o apenas sentado en bancos miserables, beben el aguardiente, se embriagan, se embrutecen, pierden el sentido, se vuelven hoscos, agresivos,
pendencieros, sacan las cuchillas y hieren. Hieren al compañero, al camarada, al amigo, a quien se les enfrente, a que un verdadero demonio se esconde, sediento de lucha
y de sangre -, ofuscaron sus vapores su rudo entendimiento y les impele a la riña al crimen.
En breves horas, todo el trabajo de la semana es disipado. Si la mujer, con mimos y escondidas, logró sustraer algunos reales; ya habrá siquiera para comenzar la semana. Si
no, ella y las pobres muchachas corretearán el lunes, angustiadas, para encontrar el qué-comer, la medicina para el herido y los honorarios para el abogado, inflexible en la
exigencia de los anticipos que han de cubrir los primeros gastos (…)
ANEXO 2
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21. FICHA BIBLIOGRÁFICA
NOMBRE DEL LIBRO: NOMBRE DEL ESCRITOR /ESCRITORA:
Ubicación geográfica (Espacio) Época (tiempo): Género literario:
Temática tratada: Reseña: Personajes principales:
Descripción de alguna escena significativa o apartado de la obra:
Personajes secundarios:
SÍNTESIS (Escribir análisis de la obra)
NOMBRE DEL ESTUDIANTE: GRADO: FECHA DE ELABORACIÓN:
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