Este documento describe aspectos típicos de las escuelas de los años 50 en España, incluyendo la presencia de signos políticos y religiosos, el uso de mapas y láminas ante la falta de medios audiovisuales, libros de enciclopedias populares, colectas para el Domund, útiles escolares de madera como reglas y compases, el uso de pizarrines y plumillas, y juegos simples aunque a veces peligrosos como el tirachinas.