El documento indica que una ley que legalice el matrimonio entre personas del mismo sexo no será discutida ni aprobada en la Asamblea Nacional de Venezuela. Argumenta que aprobar tal ley iría en contra de los mandamientos de Dios y la Constitución del país, y que la mayoría de los venezolanos se oponen a ella. En cambio, recomienda orar para que Dios perdone a las personas en esa "situación de pecado" y las libere si se arrepienten sinceramente.