Este documento explora cómo los datos no convencionales de redes sociales, movilidad y actividad online pueden usarse para resolver problemas financieros. Se discute cómo estos datos pueden usarse para predecir el riesgo de impago, detectar si alguien está desempleado, y estimar el impacto económico de desastres naturales. El autor argumenta que los datos no convencionales pueden ofrecer nuevas perspectivas para mejorar problemas existentes o identificar problemas nuevos.