Satanás convocó una convención de demonios y les dijo que mantuvieran a las personas ocupadas con nimiedades y proyectos para que no tuvieran tiempo para Dios. Les indicó que los tentaran a gastar mucho, trabajar largas horas y descuidar a sus familias para fragmentar sus hogares. Su objetivo era distraerlos y agotarlos para que no pudieran escuchar la voz de Dios.