El documento discute dos principios del realismo internacional heredados de la teoría moderna del poder político: 1) la política internacional es un "juego de poder" donde las élites buscan dominar las políticas externas de otros países, y 2) la importancia de la "voluntad de poder" o la capacidad de dominar los pensamientos y acciones de otros. También menciona la relevancia de la "ideología" y los "fines de cooperación".