La adolescencia canina ocurre entre los 9 y 18 meses, cuando los perros experimentan cambios hormonales que afectan su conducta. Es importante continuar el entrenamiento diario durante esta época para reforzar la obediencia y establecer la autoridad del dueño. También se debe proveer actividades como juegos para satisfacer su necesidad de diversión e independencia mientras pasan por este periodo de desarrollo.