La evidencia del modelo silábico sugiere que la lectura se basa en la segmentación del habla en unidades silábicas. Los estudios de eye-tracking muestran que los ojos se mueven en saltos silábicos al leer. Además, los lectores reconocen palabras más rápido cuando coinciden con patrones silábicos familiares en comparación con palabras con patrones silábicos inusuales.