La fabricación de pilas involucra lavar la lata metálica para evitar contaminantes, colocar un separador que aísla los elementos químicos, y verter zinc y potasio. Se conecta un clavo al ánodo y se distribuyen mejor los compuestos químicos para darle forma cilíndrica y alargar su durabilidad. Se recomienda mantener las pilas fuera del alcance de niños, no dejarlas sueltas, y no exponerlas a temperaturas altas o manipularlas con heridas para evitar riesgos.