El documento critica duramente a las FARC-EP por sus numerosos actos crueles como mantener a más de 2,500 colombianos cautivos por largos períodos de tiempo, desplazar al 40% de la población campesina, traficar armas y drogas, y utilizar niños como escudos humanos. Finalmente, insta al lector a no permanecer callado ante la crueldad de los grupos armados ilegales y a difundir el mensaje en apoyo de las víctimas.