Un ciempiés se encuentra con una serpiente bebé mientras buscaban refugio de la lluvia. El ciempiés se siente triste porque sus zapatos están viejos y rotos, mientras que sus amigos tienen zapatos nuevos. La serpiente invita al ciempiés a su casa y le dice que deje de lamentarse, a pesar de que la serpiente no tiene pies. El ciempiés se da cuenta de que a pesar de no tener pies, la serpiente es feliz. La moraleja es que a menudo nos lamentamos por nuestras propi
Había una vez 3 cerditos que eran hermanos y vivían en lo más profundo del bosque. Siempre habían vivido felices y sin preocupaciones en aquel lugar, pero ahora se encontraban temerosos de un lobo que merodeaba la zona. Fue así como decidieron que lo mejor era construir cada uno su propia casa, que les serviría de refugio si el lobo los atacaba.
Había una vez 3 cerditos que eran hermanos y vivían en lo más profundo del bosque. Siempre habían vivido felices y sin preocupaciones en aquel lugar, pero ahora se encontraban temerosos de un lobo que merodeaba la zona. Fue así como decidieron que lo mejor era construir cada uno su propia casa, que les serviría de refugio si el lobo los atacaba.
Cebra, un animal muy serio y un poco orgulloso quién tiene muchos amigos que lo invitan a jugar, pero él decide ignorarlos. Hasta que un día sufre un ataque de hipo. Sus amigos le proponen las curas más populares y cómicas, sin embargo, su orgullo no le permite intentarlas hasta que el hipo causa un problema mayor.
Mafalda está más viva que nunca. Reaparece siempre fresca y renovada en sus nuevos libros y periódicos. Hace cine y televisión. Viaja en la imaginación colectiva de infinidad de naciones que son muy diferentes entre ellas culturalmente. Y llega a los lugares más insospechados, volviéndose familiar a generaciones que no tienen nada que ver con la que vio nacer a Mafalda
1. El ciempiés y la serpiente<br />Era un día de lluvia y los animales del bosque buscaban refugio para protegerse de la lluvia. <br />El ciempiés iba caminando con su gran número de pies cuando en el camino se encuentra con una serpiente bebe y le dice: <br />Hola ¿Cómo estas? Serpiente <br />La serpiente responde: <br />¡My bien ciempiés! ¿y tú?<br />El ciempiés muy desanimado responde: <br />Estoy algo triste amiga serpiente. Por que mientras todos mis amigos tienen zapatos nuevos con que jugar yo solo tengo estos viejos, rotos y desgastados botines que me regalo mi tía hace tres años. <br />El ciempiés le mostro a la serpiente sus zapatos y efectivamente estaban rotos, desgatados y viejos y la serpiente al ver esto le dijo:<br />Amigo ciempiés acompáñame a mi casa te mostrare algo. <br />El ciempiés acompaño a la serpiente hasta su casa y allí en medio del sonido de la lluvia que caía y el calor de una taza de café la serpiente le ha dicho al ciempiés <br />Deberías de dejar de llorara tanto por no tener los zapatos nuevos que quieres. <br />El ciempiés miro a la serpiente y le dijo: <br /> - ¿y tu por que me dices eso?<br /> - ¿acaso a ti no te gustaría tener unos zapatos nuevos para ponerte y jugar? Pregunto el ciempiés <br />La serpiente sonrió y respondió: <br />¡Claro! Pero no te has fijado en una cosa.<br />El ciempiés exclamo: ¡en que!<br />A diferencia tuya yo nunca he tendí pies. Dijo la serpiente y sin embargo siempre he sido feliz con lo que tengo.<br />El ciempiés miro a la serpiente y exclamo:<br />¡que tonto he sido! Mientras yo me lamento por no tener zapatos tú eres feliz sin tener pies donde colocar un par de zapatos. <br />La serpiente respondió: <br />así es muchas veces nos lamentamos por nuestra propia sed. Pero no somos capaces de ver que ten grande puede ser la de los demás.<br />En esos momentos salió el sol y la lluvia seso y el ciempiés salió muy alegre a jugar con los zapatos que tenía y la serpiente siguió muy feliz aunque no tuviera pies <br />Moraleja: muchas veces nos lamentamos por nuestra propia sed. Pero no somos capaces de ver que ten grande puede ser la de los demás.<br /> <br />