Este documento celebra las fiestas patrias chilenas y destaca cómo los chilenos se unen para celebrar su patriotismo y cultura dondequiera que estén. También reflexiona sobre los desafíos de construir una nación próspera e inclusiva para todos los chilenos, incluyendo lograr una educación de calidad para desarrollar plenamente los talentos de cada persona. El autor concluye deseando felices fiestas patrias y vivas para Chile.

1. ¡Felices fiestas patrias!
Me ha tocado celebrar fiestas patrias fuera de Chile. Es una sensación muy particular. Caen
las barreras sociales, políticas, económicas, se distiende el ambiente, todo se hace fiesta y
motivo de risas. Es fuente de encuentro, de alegría, de familia. "Los chilenos somos muy
patrioteros", me decía un argentino. Y ellos saben de patria, son muy hinchas de sus signos
y festividades. Pero pareciera que nadie nos gana en esto de querer lo propio. No hay rincón
del mundo en que no se junte para el 18 un grupo de patriotas y celebren con vino,
empanadas y cueca. Basta un par de familias y se arma la fiesta. Somos de risa fácil, de
talla liviana, de humor simpático y querendón. No lo perdamos nunca.
Construir patria no es fácil, lo sabemos. Arrastramos muchas heridas, golpes y porrazos. un
porcentaje no menor de chilenos aún no se sube del todo al carro del bienestar, no participa
plenamente de las bondades del progreso. Hemos avanzado, pero nos gustaría ir más
rápido.
Pero como que en estas fiestas todos celebran: el amor a lo común, a la historia, a la tierra,
a esta "copia feliz del Edén" como cantamos en el himno nacional, se hace grande, se
hincha, adquiere vida propia. "Majestuosa es la blanca montaña que te dio por baluarte el
Señor", seguimos cantando. Sí, hay un reconocimiento y agradecimiento explícito al Señor,
Dios dador de la vida, de quien todo depende y en quien descansamos y nos sentimos
cobijados y seguros. El hombre de fe, el cristiano, sabe agradecer; sabe que todo es don
gratuito de Dios, que todo es un milagro de su generosidad y misericordia.
Nuestra patria ha sido muy bendecida y a su vez, muy golpeada por catástrofes naturales.
Pero es mucho más lo que hay que agradecer.
Los regalos son tareas y compromisos. Somos un país pequeño, en que no nos podemos dar
el lujo de vivir enfrascados en rencillas y peleas estériles, que nos sacan del foco central
que es crear una "mesa para todos", donde todos se sientan parte de esta gran familia de
Chile.
Un gran desafío será el lograr una educación de calidad para todos los chilenos. Que no sea
fuente de discordias y segregación sino que de crecimiento e integración ¡Tanto talento
perdido por una mala educación! ¡Tanto joven que podría ser haber llegado a ser un
Einstein, Bill Gates o Claudio Arrau, y que se quedo en el camino, porque no supimos sacar
partido a los talentos que Dios le regaló! Y ahí, perdemos todos. No hay ganadores cuando
solo unos pocos aprovechan sus talentos y el resto los desperdicia.
Los desafíos los tenemos a la vista: mayor solidaridad, mayor justicia, mayor equidad.
Emparejemos la cancha, para que Chile sea ese país próspero, fuerte y feliz que todos
queremos ¡Felices fiestas patrias! ¡Viva Chile!
P.Hugo Tagle
Capellán UC
twitter: @hugotagle
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