El documento describe cómo las mujeres comenzaron a insertarse en el mercado laboral durante el siglo XX, ocupando principalmente puestos de bajos rangos jerárquicos y provenientes de las clases bajas. A medida que más mujeres trabajaban fuera del hogar, comenzaron a desempeñarse en una variedad de roles laborales como mecanógrafas y en otros trabajos que requerían uniformes y horarios fijos a cambio de un salario.