El documento describe la historia bíblica de los tres jóvenes hebreos, Sadrac, Mesac y Abednego, que se negaron a adorar la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había erigido. Como castigo, fueron arrojados a un horno ardiente, pero Dios los protegió del fuego. La historia demuestra la lealtad de los jóvenes a Dios a pesar de las amenazas y su fe en que Dios los libraría.