La historia trata de una flor que creció entre piedras y atrajo la atención de varias personas que la trataron de manera diferente, ya sea cortándola, dejándola sola, o cuidándola día a día hasta convertir el lugar en un jardín. El mensaje final es que para que una amistad perdure se debe cultivar con atención y cariño constante, como la niña hizo con la flor.