El poema describe brevemente las características distintivas de varias ciudades andaluzas, incluyendo Cádiz y su claridad salada, Granada y su agua oculta y llorosa, la callada Córdoba con su historia romana y mora, la cantante Málaga, la dorada Almería, el plateado Jaén, la orilla de Huelva asociada con las Tres Carabelas de Colón y, por último, la mención de Sevilla.