La experiencia de lo sagrado ha dado forma a las primeras culturas a través de las instituciones religiosas. El arte, la literatura, el derecho y otras formas culturales surgieron originalmente como medios para acceder a lo divino o expresar conceptos sagrados. Las clases sacerdotales han desempeñado un papel central en la difusión y preservación de las creencias y prácticas religiosas, ejerciendo a menudo una influencia significativa sobre la sociedad y el poder político.