1. Ginebra.- La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) asegura en un 99% de
probabilidad haber descubierto la existencia del bosón de Higgs, conocido popularmente como la
“partícula de Dios”, un hallazgo fundamental para explicar el origen del universo.
“Puedo confirmar que se ha descubierto una partícula que es consistente con la teoría del bosón de
Higgs”, explicó John Womersley, director ejecutivo del Consejo de Tecnología y Ciencia del Reino Unido,
durante una presentación del hallazgo en Londres.
“Se trataría de un disparate pensar que el hecho de haber probado la teoría del físico británico Peter
Higgs, quien además es creyente, vaya de alguna forma contra la existencia de Dios”, explica el obispo
argentino Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de Ciencias, el organismo
vaticano dedicado a la promoción del estudio de la Matemática, la Física y las Ciencias Naturales.
“Sabemos que no somos hijos del caos, de una explosión, sino que somos hijos de Dios, de un padre
bueno que tiene un proyecto sobre nosotros. El proyecto no es evolutivo sino global, es la providencia.
Esa realidad de fe no está en contradicción con el Big Bang”, José Funes, director del Observatorio
Astronómico Vaticano.
El portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, dijo que el
descubrimiento lo alegró y porque se hable de «partícula de Dios» porque «demuestra que cuando el
ser humano busca el origen de las cosas, no puede menos que hablar de Dios».
JoeIncandela, portavoz de uno de los dos equipos que trabajan en la búsqueda de la partícula de Higgs
aseguró que “se trata de un resultado todavía preliminar, pero creemos que es muy fuerte y muy
sólido”.
ATLAS, uno de los dos experimentos del CERN que busca el bosón de Higgs”, ha confirmado la
observación de una nueva partícula a un nivel de 5 sigma (una forma de medir la probabilidad de que los
resultados sean ciertos que ronda el 100%). Esta medición implica que la probabilidad de error es de una
en tres millones, una cifra que, oficialmente, es suficiente para dar por confirmado un descubrimiento.
La partícula de Dios, la última pieza que faltaba
Esta partícula es la última pieza que falta en el Modelo Estándar, la teoría que describe la formación
básica del universo. Las otras 11 partículas que se predecían en el modelo ya se han encontrado, y hallar
el Higgs validaría el modelo. Descartarla o encontrar algo más exótico obligaría a revisar nuestra
comprensión de cómo se estructura el universo.
Los científicos creen que en la primera billonésima de segundo tras el Big Bang, el universo era una gran
sopa de partículas avanzando en distintas direcciones a la velocidad de la luz, sin ninguna masa
apreciable.
Fue a través de su interacción con el campo de Higgs como ganaron masa y, con el tiempo, formaron el
universo. El campo de Higgs, es un campo de energía teórico e invisible que invade todo el cosmos.
2. Algunas partículas, como los fotones que componen la luz, no se ven afectadas por él y por lo tanto no
tienen masa. A otras las cubre, produciendo un efecto similar al de los cereales reunidos en una cuchara.
Con los resultados presentados ayer, la existencia del bosón de Higgs, la partícula subatómica teorizada
por el físico británico Peter Higgs en los años sesenta, sobre la que reposa el Modelo Estándar de la
Física de Partículas, es prácticamente un hecho.
La búsqueda empezó desde 1980
Si no fuera por el bosón de Higgs, las partículas fundamentales de las que se compone todo, desde un
grano de arena hasta las personas, los planetas y las galaxias viajarían por el Cosmos a la velocidad de la
luz, y el Universo no se habría “coagulado” para formar materia. Por ese motivo, el premio Nobel
SheldonGlashow la apodó como “theGodparticle” (“la partícula de Dios”).
La búsqueda de la partícula de Dios, comenzó a principios de los 80, primero en el ahora cerrado
colisionador de partículas Tevatron del Fermilab, cerca de Chicago, y más tarde en una máquina similar
en el CERN. La investigación se intensificó a partir de 2010, cuando se puso en marcha el Gran
Colisionador de Hadrones del centro europeo