2. Biografía
Nació en Lavapiés (Madrid) el 28 de julio de 1917.
Murió el 27 de noviembre de 1998.
Empezó a interesarse por la poesía a los cinco
años, escribía y dibujaba sus propios versos y cuentos.
A sus quince años empezó a leer en Radio España.
Publicó su primer libro en 1950.
Fue una autora de poesías de
amor, soledad, muerte, dolor.
Entre 1940 y 1960 colaboró en revistas infantiles.
Entre 1955 a 1960 estudió biblioteconomía e inglés en el
International Institute.
3. Biografía
En 1961 obtuvo la beca Fullbright en Estados Unidos
para impartir clases de Literatura Española en la
Universidad de Bucknell.
En 1972 recibió la beca de la fundación Juan March de
Literatura Infantil.
A mediados de los 70 empezó a colaborar en
programas infantiles de La 1.
Recibió en cinco ocasiones el Aro de Plata.
En 1996 los poetas Jóvenes como Sergio Rodríguez y
Pablo Méndez.
4. Muerte
Fallece el 27 de noviembre de 1998 por un cáncer de
pulmón en Madrid.
Fue enterrada en el Cementerio Sur de Madrid.
6. En Mi Jardín
Sobre el césped los árboles me hablan
del divino poema del silencio.
La noche me sorprende sin sonrisas,
revolviendo en mi alma los recuerdos.
***
¡Viento! ¡oye!
¡espera! ¡no te vayas!
¿De parte de quién es? ¿Quién dijo eso?
Besos que yo esperé, tú me has dejado
en el ala dorada de mi pelo.
¡No te vayas! ¡alegra más mis flores!
Y sé, tú, viento amigo mensajero;
contéstale diciendo que me viste,
con el libro de siempre entre los dedos.
Al marcharte, enciende las estrellas,
se han llevado la luz, y apenas veo,
y sé, viento, enfermo de mi alma;
y llévale esta «cita» en raudo vuelo.
...Y el viento me acaricia dulcemente,
y se marcha insensible a mi deseo
7. Don Pato y Don Pito
dan un paseíto.
-¡Que suerte, Don Pito,
me encontré un guito! En Mi Jardín
Sobre el césped los árboles me hablan
del divino poema del silencio.
La noche me sorprende sin sonrisas,
revolviendo en mi alma los recuerdos.
***
¡Viento! ¡oye!
¡espera! ¡no te vayas!
¿De parte de quién es? ¿Quién dijo eso?
Besos que yo esperé, tú me has dejado
en el ala dorada de mi pelo.
¡No te vayas! ¡alegra más mis flores!
Y sé, tú, viento amigo mensajero;
contéstale diciendo que me viste,
con el libro de siempre entre los dedos.
Al marcharte, enciende las estrellas,
se han llevado la luz, y apenas veo,
y sé, viento, enfermo de mi alma;
y llévale esta «cita» en raudo vuelo.
...Y el viento me acaricia dulcemente,
y se marcha insensible a mi deseo Y los dos le quieren
y los se hieren.
Y todos se extrañan
De ver que regañan.
Y mientras se zumban