La desnutrición infantil priva a los niños de nutrientes esenciales durante su crecimiento, generando consecuencias físicas y mentales permanentes. A pesar de los esfuerzos de los gobiernos, la desnutrición y la pobreza persisten debido a las grandes desigualdades, por lo que se requiere voluntad política para garantizar alimentos nutritivos, atención médica y educación para los menores de 5 años y romper el ciclo del hambre.