La historia cuenta que una anciana tiraba semillas de flores por la ventanilla del autobús en el que viajaba todos los días. Un hombre que también tomaba el autobús la observaba intrigado. La anciana le explicó que quería ver flores durante su viaje a pesar de que sabía que muchas semillas se perderían. Meses después, cuando el hombre tomó el autobús, se sorprendió al ver todo el camino lleno de flores. Se enteró también de que la anciana había fallecido y no pudo ver el resultado de su siembra, pero una