Existen varios hábitos perjudiciales para el cerebro como no desayunar, comer en exceso, fumar, consumir mucha azúcar, dormir poco o con la cabeza cubierta, trabajar o estudiar cuando se está enfermo, y no estimular el cerebro, los cuales pueden causar daño a las neuronas, reducir el tamaño del cerebro, y acelerar la pérdida de células cerebrales.