Este documento presenta una breve introducción al haiku, un tipo de poema japonés muy corto que típicamente consta de 3 líneas y 17 sílabas. Explica que el haiku se originó a partir de una forma de poesía colectiva llamada haikai-norenga y que fue popularizado por el poeta japonés Matsuo Bashō en el siglo XVII. También destaca que el haiku busca conjugar lo eterno con lo instantáneo de una manera sencilla y hermosa, inspirando a muchos poetas a través de los años
1. FRANCISCO JOSÉ ÁLVAREZ DE LA CHICA
“Quizás cuanto más corto es un poema
más larga es su lectura”
Puede resultar arriesgado y hasta presuntuoso escribir sobre aquello
que el lector puede enjuiciar sin artificios ni condicionantes.
Este inhabitual atrevimiento, se justifica en situarlo no sobre lo que va a
poder leer, sino en el contexto de en qué consiste y por qué el haiku como
forma poética.
Una insinuación, la verdad apenas dicha.
Una provocación a los sentidos.
Un parpadeo, un fotograma.
Una estrella fugaz.
El bonsái de la poesía.
Un puñadito de palabras…
“La justa medida de la poesía”1 o la “breve expresión de lo sutil”2 son
algunas de muchas aproximaciones que hay para definir el haiku.
Originario de Japón en el siglo XVII, fue el maestro Matsuo Bashô su
principal impulsor.
El haiku, nominado así por Masaoka Shiki en el siglo XIX, es hijo del
haikai-norenga, creación colectiva en la que un poeta completaba un poema
introductorio de otro y así consecutivamente hasta casi hacerlo interminable.
1
Carlos Fleitas.
2
Alfonso Cisneros.
2. FRANCISCO JOSÉ ÁLVAREZ DE LA CHICA
El primer poema o poema inicial se denominaba hokku, tenía diecisiete
sílabas, además debía siempre contener alguna referencia a la naturaleza y/o
las estaciones del año.
Aquí nace el haiku (hokku) como un hijo que se hace mayor
independiente, adquiriendo una extraordinaria notoriedad y personalidad
poética.
Muchos han sido los maestros de haikus – Îo Sôgi (1421-1502), Matsuo
Bashô (1644-1694), Yosa Buson (1716-1783) Issa (1762-1826)- que han
dejado obras de infinita belleza
Un viejo estanque:
Se zambulle una rana
ruido de agua. Matsuo Bashô
y que desde entonces han inspirado a muchos autores.
La maestría para conjugar lo eterno con lo instantáneo con una
extraordinaria sencillez, le otorga una hermosura sin límites.
A mí me inspiró este:
Noche tras noche
rompe la rana
la luna del agua.
A mi juicio, el haiku es de una extraordinaria armonía con la lengua
española. También lo es con el italiano, por ser ambas las más parecidas al
japonés por sus semejanzas fonéticas, la longitud de sus vocablos y de frases.
3. FRANCISCO JOSÉ ÁLVAREZ DE LA CHICA
En la poesía en lengua castellana existe la seguidilla, con el mismo
patrón silábico del haiku, pero aquella se agrupa con estrofas de cuatro y siete
versos con rima asonante. La seguidilla simple es de cuatro versos 7-5a´-7-5a´
con rima asonante en a´. Puede observarse por tanto que los tres últimos
versos son idénticos al haiku.
Esta brevísima aproximación al haiku puede situar al lector con más
verdad ante lo que se encuentra y con el infinito deseo del disfrute.
El haiku, que vale tanto por lo que dice como por lo que no dice.
El haiku no se enseña sino que se aprende.