La escena se desarrolla en una feria abandonada con vías de tren, donde Marissa persigue a Hanna para matarla. Hanna es una niña asesina que quiere dejar de matar pero huye de Marissa. La escena termina de manera opuesta a como inició y presenta una interacción compleja entre los personajes con pocos movimientos de cámara, iluminación fría y colores fríos que crean una atmósfera irreal.